Por qué más es menos. La tiranía de la abundancia
Barry Schwartz
Taurus. México, 2005. 273 págs.
La portada es abrumadora. Una mujer ante una desproporcionada estantería con latas, cajas y botellas de todo tipo. El tema también es pegador: la tiranía de la abundancia.
Este es un manual para que los consumidores salgamos lo menos golpeados de la guerra celebrada en el campo del capitalismo. De un bando, nosotros, los consumidores, visiblemente diseminados, sin orden, dando golpes de ciego. Del otro, una batería marcial de vendedores, obediente, engrasada a la perfección, ostentando el armamento más virulento, avasallándolo todo.
El asunto es que Schwartz –reconocido psicólogo norteamericano– desmantela la estrategia del enemigo desde el país del consumo por antonomasia con promesas de victoria.
No hay hilo negro, cierto, pero sí un norte para librar esta batalla con dignidad y ganarla con sensatez. «Como demostraré a continuación –promete el autor–, la sobreabundancia de opciones tiene un precio».
Aparejados a los puntos de vista de eminencias de la mercadotecnia, la psicología y la política, aparecen en el texto elocuentes cartones humorísticos que develan también verdades lapidarias sobre la libertad y los dilemas que supone cuando se mueve en el consumismo.
Un buen libro, sin duda, para reflexionar sobre la felicidad y los límites de la propia libertad.
Barry Schwartz
Taurus. México, 2005. 273 págs.
La portada es abrumadora. Una mujer ante una desproporcionada estantería con latas, cajas y botellas de todo tipo. El tema también es pegador: la tiranía de la abundancia.
Este es un manual para que los consumidores salgamos lo menos golpeados de la guerra celebrada en el campo del capitalismo. De un bando, nosotros, los consumidores, visiblemente diseminados, sin orden, dando golpes de ciego. Del otro, una batería marcial de vendedores, obediente, engrasada a la perfección, ostentando el armamento más virulento, avasallándolo todo.
El asunto es que Schwartz –reconocido psicólogo norteamericano– desmantela la estrategia del enemigo desde el país del consumo por antonomasia con promesas de victoria.
No hay hilo negro, cierto, pero sí un norte para librar esta batalla con dignidad y ganarla con sensatez. «Como demostraré a continuación –promete el autor–, la sobreabundancia de opciones tiene un precio».
Aparejados a los puntos de vista de eminencias de la mercadotecnia, la psicología y la política, aparecen en el texto elocuentes cartones humorísticos que develan también verdades lapidarias sobre la libertad y los dilemas que supone cuando se mueve en el consumismo.
Un buen libro, sin duda, para reflexionar sobre la felicidad y los límites de la propia libertad.
