La lata del domingo
Paco Calderón
FCE. México, 2005. 317 págs.
Paco Calderón
FCE. México, 2005. 317 págs.
La caricatura sólo quiere destruir. No pretende edificar nada, es ponzoñosa, carente del eufemístico anhelo de la «crítica constructiva». Paco Calderón es uno de esos críticos que no se fían del optimismo y así se ha convertido en el mejor caricaturista mexicano.
Dibujante excepcional, cuenta con una preparación académica envidiable. Sé de buena fuente que estudió Historia y Ciencia política, sin contar su aprendizaje autodidacta y una juvenil estadía en Inglaterra que, según él mismo reconoce, fue definitiva en su formación intelectual.
La izquierda afirma que es el monero de la ultraderecha y la derecha lo acusa de libertino y ateo. Su estilógrafo no conoce distinciones y lo mismo apunta a tiros que a troyanos.
La lata del domingo reúne algunos de sus cartones dominicales, publicados por primera vez hace casi 20 años El Norte y, luego, en los periódicos del Grupo Reforma.
El hilo conductor es la idiosincrasia mexicana. Aquí, el lector identificará nuestros vicios y defectos, nuestros peores pecados y contadas virtudes. Todo un compendio cultural desatará sabrosas carcajadas y lo hará reflexionar.
También es un ensayo en la más pura expresión de la palabra, un ensayo que incomoda y que propone un nuevo modo de mirarnos.
Dibujante excepcional, cuenta con una preparación académica envidiable. Sé de buena fuente que estudió Historia y Ciencia política, sin contar su aprendizaje autodidacta y una juvenil estadía en Inglaterra que, según él mismo reconoce, fue definitiva en su formación intelectual.
La izquierda afirma que es el monero de la ultraderecha y la derecha lo acusa de libertino y ateo. Su estilógrafo no conoce distinciones y lo mismo apunta a tiros que a troyanos.
La lata del domingo reúne algunos de sus cartones dominicales, publicados por primera vez hace casi 20 años El Norte y, luego, en los periódicos del Grupo Reforma.
El hilo conductor es la idiosincrasia mexicana. Aquí, el lector identificará nuestros vicios y defectos, nuestros peores pecados y contadas virtudes. Todo un compendio cultural desatará sabrosas carcajadas y lo hará reflexionar.
También es un ensayo en la más pura expresión de la palabra, un ensayo que incomoda y que propone un nuevo modo de mirarnos.
