En la frontera
Tom Mlller
Novela
Alianza Editorial. México. 1992, 308 págs.
Tom Mlller
Novela
Alianza Editorial. México. 1992, 308 págs.
Sobre nuestra frontera norte se ha hablado mucho pero nunca bastante. Este libro está escrito con el ojo crítico de un norteamericano que ve con simpatía a México. Tom Miller es maestro de redacción en primarias y universidades, y actualmente está por publicar una obra sobre la vida en Cuba.
En las páginas de En la frontera, Miller se despreocupa de la ficción literaria para recoger testimonios de vidas que parecieran distantes pero que, gracias a una línea fronteriza, son dependientes y paralelas. El autor recorrió 3 200 kilómetros –de Brownsville a Tijuana– en la búsqueda de informes y entrevistas que dieran un rastro más cercano de una realidad a la que difícilmente hacemos referencia.
Cada detalle tiene, en este mapa, su importancia y relieve. Las descripciones adoptan un lenguaje coloquial y vívido. La obra está escrita de forma que no hay cambios de tono súbitos: el clima se equilibra entre la sorpresa y la pesadilla.
Lo que importa principalmente al autor es describir y dar a conocer que «la frontera no es simplemente estadounidense de un lado y mexicana del otro. Es un tercer país con su propia identidad… Acata sus propias leyes y genera sus propios transgresores, sus propios agentes de policía y sus propios artífices políticos. Su comida, su lenguaje, su música, son su esencia. Incluso su desarrollo económico es único. Es una colonia en sí misma, larga y estrecha, regida por dos poderes lejanos».
Miller conjuga en este libro, con trazos de chef, los ingredientes indispensables de una interesante novela: intriga, aventura y emoción. Sólo que lo descrito no es una ficción, sino la realidad diaria, cotidiana y avasallante de millones de personas a un lado y al otro de la frontera.
En las páginas de En la frontera, Miller se despreocupa de la ficción literaria para recoger testimonios de vidas que parecieran distantes pero que, gracias a una línea fronteriza, son dependientes y paralelas. El autor recorrió 3 200 kilómetros –de Brownsville a Tijuana– en la búsqueda de informes y entrevistas que dieran un rastro más cercano de una realidad a la que difícilmente hacemos referencia.
Cada detalle tiene, en este mapa, su importancia y relieve. Las descripciones adoptan un lenguaje coloquial y vívido. La obra está escrita de forma que no hay cambios de tono súbitos: el clima se equilibra entre la sorpresa y la pesadilla.
Lo que importa principalmente al autor es describir y dar a conocer que «la frontera no es simplemente estadounidense de un lado y mexicana del otro. Es un tercer país con su propia identidad… Acata sus propias leyes y genera sus propios transgresores, sus propios agentes de policía y sus propios artífices políticos. Su comida, su lenguaje, su música, son su esencia. Incluso su desarrollo económico es único. Es una colonia en sí misma, larga y estrecha, regida por dos poderes lejanos».
Miller conjuga en este libro, con trazos de chef, los ingredientes indispensables de una interesante novela: intriga, aventura y emoción. Sólo que lo descrito no es una ficción, sino la realidad diaria, cotidiana y avasallante de millones de personas a un lado y al otro de la frontera.