Julián Marías
Alianza Editorial.
Madrd. 1992,
283 págs.
Ante el peligro de decir con Antonio Machado, “tengo en moneda de cobre, el oro de ayer cambiado”, refiriéndose a la vida sentimental, Julián Marías, renombrado filósofo español, invita a hacer la operación inversa trocando el cobre por una resplandeciente moneda de oro. Para ello, da como educadoras a la Literatura Universal y a la Filosofía, y nos conduce, a través del tiempo, en los vaivenes del centimiento humano.
Marías pugnará por vencer el primitivismo sentimento que nos agobia, al entender la educación como cultivo e incremento de la espontaneidad y al situar los sentimientos como elementos de la estructura personal del ser humano.
Su recorrido descriptivo comienza con la mitología griega como repertorio sentimentai; las relaciones personales entre dioses y hombres se constituyen en surtidores de variadísima formas de sentimientos que son asimilados y expresados posteriormente por la Literatura (La Ilíada y La Odisea) para luego permear al mundo latino.
En contraste, aparece un cuadro de profundos matices emocionales en la Sagrada Escritura, centrado en el amor como experiencia humana y divina.
Adentrándonos más en el tiempo, la Edad Media nos envuelve en delicadas armonías del corazón con el Poema del Mío Cid y la lírica de Petrarca y Dante, para luego arrojarnos al florecimiento sentimental del Renacimiento con Shakespeare (Romeo y Julieta), Fernando de Rojas (La Celestina), los sonetos de Garcilaso de la Vega, los Diálogos de Amor, de León el Hebreo y El Cortesano de Baldasare Castiglione. En todas estas obras el amor aparece como una expexiencia irrenunciable irremediable y, sobre todo, concreta, personal.
Quevedo, Góngora, Calderón y Cervantes hacen su aprición en el Siglo de Oro Español cada uno con su propio repertonio sentimental. “Hay una tendencia al esquematismo de las relaciones personales sorprende la casi total ausencia de la madre y la frecuencia del padre severo, respetable y adusto.
Con una breve disquisición sobre el mundo sentimental en América, Marías pasa a la consideración filosófica de las pasiones en el pensamiento moderno para luego desembocar en la explosión sentimental del Romantiasmo.
Finalmente, tras un comentario sobre Stendhal, se analiza la novela del siglo XIX y la funaón del cine en el XX para culminar con algunas reflexiones sobre la amistad y el amor en nuestro tiempo, así como la condición sexuada de la pareja humana.
Con un estilo ágil, a veces demasiado descriptivo -en detimento de la profundidad-. La educación sentimental es un ensayo que invita a revalorar esa dimensión humana, unas veces despreciada y otras sobrevalorada, que son los sentimientos.