Sin salida (The Firm)
John Grisham
Novela
Planeta. 1993, 451 págs.
John Grisham
Novela
Planeta. 1993, 451 págs.
Llega a México el libro que inspiró una de las películas más taquilleras del cine norteamericano en el 93: Sin salida (The Firm), bajo el mismo título. Los ojos de Tom Cruise, principal protagonista de la cinta, nos miran desde la portada.
Para los devoradores de cine la trama es conocida, para quienes no lo son, un resumen: Mitchell McDeere es un abogado recién salido del cascarón; uno de los cinco mejores estudiantes en Harvard (con una mente brillante que ya Grisham tendrá ocasión de mostrarnos). Las ofertas de trabajo le llueven pero él termina bajo el paraguas de un pequeño y selectivo buffete en Memphis -Bendini, Lambert & Locke-, dispuesto a superar cualquier oferta propuesta por Wall Street. Los hechos se suceden (muertes sospechosas de algunos abogados, omnipresencia de la compañía en la vida cotidiana de McDeere, un individuo que trata de sacarle información y se dice del FBI…) hasta llegar a lo comprobable: Bendini, Lambert & Locke, tras su honorable fachada, oculta un enorme y lucrativo negocio de narcotráfico y lavado de dinero. McDeere se encuentra entre la espada de la mafia y la pared del FBI.
En la vida real, Grisham es abogado en Mississippi, donde trabaja como criminal defense attorney; así que conoce el terreno por donde pisa y lo dibuja con corrección.
Sin salida (The Firm) es un libro bien escrito, con un ritmo ágil que en su última parte llega casi al contrapunto. Lo usual en un best-seller los «buenos»; los «malos»; las víctimas; el protagonista (quien con su astucia se burla de los «buenos» y los «malos»); descripciones físicas de mujeres desarropaditas; cambios de escenario y cortes, de edición literaria listos para hacer una película. Y lo inusual: Grisham menciona algunas relaciones sexuales sin describirlas. Tal vez una nueva estrategia para captar más lectores.
El libro se lee fácilmente; no existen grandes sobresaltos pero la trama se hilvana para garantizar algunas horas de buena aventura.
Para los devoradores de cine la trama es conocida, para quienes no lo son, un resumen: Mitchell McDeere es un abogado recién salido del cascarón; uno de los cinco mejores estudiantes en Harvard (con una mente brillante que ya Grisham tendrá ocasión de mostrarnos). Las ofertas de trabajo le llueven pero él termina bajo el paraguas de un pequeño y selectivo buffete en Memphis -Bendini, Lambert & Locke-, dispuesto a superar cualquier oferta propuesta por Wall Street. Los hechos se suceden (muertes sospechosas de algunos abogados, omnipresencia de la compañía en la vida cotidiana de McDeere, un individuo que trata de sacarle información y se dice del FBI…) hasta llegar a lo comprobable: Bendini, Lambert & Locke, tras su honorable fachada, oculta un enorme y lucrativo negocio de narcotráfico y lavado de dinero. McDeere se encuentra entre la espada de la mafia y la pared del FBI.
En la vida real, Grisham es abogado en Mississippi, donde trabaja como criminal defense attorney; así que conoce el terreno por donde pisa y lo dibuja con corrección.
Sin salida (The Firm) es un libro bien escrito, con un ritmo ágil que en su última parte llega casi al contrapunto. Lo usual en un best-seller los «buenos»; los «malos»; las víctimas; el protagonista (quien con su astucia se burla de los «buenos» y los «malos»); descripciones físicas de mujeres desarropaditas; cambios de escenario y cortes, de edición literaria listos para hacer una película. Y lo inusual: Grisham menciona algunas relaciones sexuales sin describirlas. Tal vez una nueva estrategia para captar más lectores.
El libro se lee fácilmente; no existen grandes sobresaltos pero la trama se hilvana para garantizar algunas horas de buena aventura.
