Isabel Allende
Testimonio
Plaza & Janés. Barcelona. 1994, 365 págs.
Al dirigirse a su hija para transmitirle sus recuerdos y vivencias, combina la exposición realista con las divagaciones propias. La obra se narra desde una perspectiva sugerente aunque también muy parcial en la que la nota denominante es el vitalismo en donde, el plano sexual, por ejemplo, se mira sólo desde un ángulo naturalista.
Con este bagaje, al enfrentarse a la muerte y la posibilidad de un más allá, se refugia en un misticismo imaginativo, en fantasías iluminadas, sin convicción firme. Escrita con buen estilo, amena a pesar de la casi total ausencia de diálogo, y con una técnica ágil y variada, la obra despliega ante el lector un siglo de fascinante vida chilena.