Suscríbete a la revista  |  Suscríbete a nuestro newsletter

Wulf Kahan. Mi Padre

Wulf Kahan. Mi Padre
Ari Kahan Freund
Vergara Editores. México. 1997, 213 págs.

Como una historia sencilla, con lenguaje ameno y directo, Ari Kahan narra la historia de su padre, emigrante judío que dejó, en su familia y en quienes lo conocieron, la huella indeleble de los hombres de bien.
Este pequeño libro testimonio, que podemos leer de un tirón, supera una simple historia de familia. El autor afirma en el prólogo que creía haber conocido intensamente a su padre, pero cuando se dio a la tarea de investigar, entrevistó a mucha gente y descubrió facetas que ignoraba, contempladas a través de otros ojos.
Wulf Kahan salió de Rusia con su madre y dos hermanos a mediados de los años veinte, para reunirse con su padre en Veracruz y trasladarse a Estados Unidos, cosa que no sucedió y se instalaron en este país. Al narrar la vida de Wulf, o Adolfo como lo rebautizaron sus amigos de la vecindad donde vivía, se suceden distintas etapas de ese México que adoptó como patria; pero el libro insiste más que nada en develar la parte humana de ese pionero, destacado empresario, que además de muchas cualidades, supo ser un gran padre.
Aquilino Polaino-Lorente redactó una amplia introducción donde señala que él, como psiquiatra vivamente interesado en el tema de la paternidad, «contempla a Wulf bajo la formalidad de padre» y subraya lo útil que resulta en este tiempo rescatar y difundir figuras como la suya.
Resume algunas cualidades de Wulf, que el texto ilustra con innumerables ejemplos: la tenacidad (motivo por el que más lo admiró su hijo Ari), el no amilanarse ante las dificultades y arrastrar a sus hijos, con su ejemplo, a conseguir metas altas. Ser un interlocutor siempre dispuesto: escuchar y no renunciar a su punto de vista, sin importar que fuera contrario, pero «sin obstaculizar el itinerario que sus hijos se habían trazado, aunque sin ausentarse tampoco del escenario». Imponía disciplina en su familia, con pocos principios pero consistentes. Generoso para con todos, aventurero que jamás se aburría, el mejor y el más intrépido amigo de sus nietos, uno de los cuales define así a su abuelo: «su oficio principal fue vivir y disfrutar de la vida».

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

Newsletter

Suscríbete a nuestro Newsletter