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Una vida robada a la muerte

Una vida robada a la muerte
Aquilino Polaino-Lorente
Novela
Planeta. Barcelona. 1997, 214 págs.

Que el trabajo de un psiquiatra sea meterse en la mente de otros (previo consentimiento) es algo de todos los días; pero meterse en la mente de un psiquiatra es otra cosa. Esto es precisamente lo que nos permite Aquilino Polaino-Lorente, justo en uno de los momentos decisivos de su vida: el instante inmediato a su propia muerte.
La crónica del doctor Polaino-Lorente describe el súbito tránsito de una existencia llena de vitalidad (trabajo, amistad, compromisos…) a la postración de un hombre tendido en la carretera, en coma profundo; y luego su gradual «vuelta a la vida», equiparable a un nuevo nacimiento. El relato del accidente y las consecuencias en el aquejado y su círculo, acompañado de numerosas reflexiones acerca del sentido de la vida y de la muerte, facilita una meditación alrededor de este singular hecho —nuestro propio óbice— y acerca del todo que le precede: la existencia particular, nuestra existencia. Al filo de todo eso, el autor recuerda el valor primordial del cuerpo («…te hubiera gustado esquivarlo, aplastarlo; deseabas su muerte, pero aquello era imposible; si moría, también tú morirías con él», las cursivas son mías) y el valor relativo de lo que aparentemente constituye nuestra vida, entre otras cosas («Tal vez habías descubierto que la vida no se contiene en los libros, en las publicaciones, en las conferencias y trabajos a los que con tanta facilidad te habías entregado antes de tu accidente. […] Esos resultados, que antes tanto te preocupaban, no eran la vida. En todo caso serían los residuos que la vida va dejando tras de sí, en su marcha por el mundo»).
El trabajo está escrito con corrección y cierta seriedad, no exenta de chispazos de humor (por ejemplo, los súbitos traslados a pabellones inesperados); y la composición, en dos estilos (una crónica en tercera persona completada con alusiones en segunda persona al protagonista de los hechos) no deja de ser original, aunque produce algunos cambios de ritmo que pueden desconcertar al lector. Si éste era el efecto que pretendía el autor, me parece que lo ha conseguido.
He aludido al principio a la experiencia de penetrar en la mente de un psiquiatra porque el mismo Polaino-Lorente es el protagonista de esta narración, donde describe la experiencia que, literalmente, le abrió la cabeza. Un testimonio que invita seriamente a la reflexión sobre la vida diaria; aunque da por supuesto, desde luego, que nadie aprende en cabeza ajena.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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