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Consumo

La prosperidad puede dañar la calidad de vida

Parece contradictorio, pero cada vez más problemas sociales y dolencias son consecuencia de la prosperidad económica, no de la pobreza. En Estados Unidos, según los Centers for Disease Control, los problemas derivados de la obesidad causan 400 mil muertes al año, justo detrás de las muertes relacionadas con el tabaco (435 mil) y muy por delante del alcohol (85 mil), los accidentes de tráfico (43 mil) y las armas de fuego (29 mil). Se estima que la obesidad y sus complicaciones diabetes o enfermedades cardiovasculares, por ejemplo suponen actualmente 9% del gasto sanitario en Estados Unidos.
En los años sesenta, el problema era mucho menor, entonces la gente todavía caminaba unas cuadras para llevar a los niños al colegio, se paraba para cambiar de canal el televisor, iba de una oficina a otra para comentar algo con algún compañero (en vez de utilizar el teléfono o el correo electrónico), lavaba su coche personalmente…
También los restaurantes de comida rápida tienen parte de culpa, pero sobre todo se debe a que la comida se ha vuelto mucho más barata y, en consecuencia, las personas consumen todo lo que les apetece y mucho fuera de casa.
En economía se considera buen síntoma gastar poco en artículos de primera necesidad como la comida porque así la gente puede gastar dinero en otras cosas y mejorar el nivel de vida. Pero eso no significa que gastemos prudentemente el dinero.
Otro problema es que hay demasiado de donde elegir y que, a medida que se satisfacen los deseos de bienes materiales, crecen los psicológicos. «Casi todo lo que la gente desea de verdad amor, amistad, respeto, familia, nivel social, diversión no está en el mercado», dice Gregg Easterbrook en su libro The Progress Paradox: How Life Gets Better While People Feel Worse. En 1957, 3% de los estadounidenses se sentían solos; ahora son un 13%. Como se ve, la prosperidad puede empeorar la situación: y aunque no son problemas graves comparados con la pobreza o el desempleo y además se pueden solucionar, nos recuerdan que lo importante no es de cuánta riqueza disponemos, sino cómo la usamos.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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