Suscríbete a la revista  |  Suscríbete a nuestro newsletter

¿Es usted netadicto?

¿Cuál es la línea divisoria entre utilizar equipos de cómputo e internet en todas sus variantes, por trabajo o placer, y verse atrapado en ellos al grado de la patología o adicción? La red es conveniente, noticiosa, sugerente y entretenida, pero estos beneficios se convierten en perjuicios para los netadictos a quienes les resulta literalmente imposible «desconectarse».
Psicólogos y psiquiatras definen el Síndrome de adicción a internet, como una pérdida de control en el uso de la computadora y la red, que se manifiesta con un conjunto de síntomas cognitivos, conductuales y fisiológicos.
Analizan este fenómeno que ya ingresa a los hospitales un buen número de pacientes, y señalan múltiples factores de riesgo que pueden llevar a la adicción: introversión, timidez, fobia social, baja autoestima, alto nivel de búsqueda de sensaciones, fantasía descontrolada, atención dispersa, sentimientos de insuficiencia, miedo a la desaprobación de los demás, depresión, ansiedad y adicciones químicas o psicológicas presentes o pasadas.
Los estudiosos explican entre muchas cosas, que interactuar con otras personas en la red llena un vacío social. Los usuarios pueden adoptar nuevas identidades y asumir que las relaciones en línea son iguales a las reales y cultivan un cierto «mundo de fantasía» dentro de la pantalla. La posibilidad de establecer interacciones anónimas favorece la desinhibición, se pierde el pudor y el miedo a expresarse libremente, lo que provee a la persona de un sentimiento de protección y libertad al mismo tiempo. Sin embargo, se convierte en problema cuando la persona se involucra de tal manera que quedan atrás la salud, relaciones, responsabilidades y otras diversiones
Desafortunadamente esta adicción se potencia con mucha frecuencia con el cibersexo, industria millonaria en la vanguardia tecnológica de internet que utiliza las mejores estrategias de marketing para enganchar usuarios a sus sitios.
Cuatro artículos de este ejemplar abordan esta y otras adicciones, y mencionan diversas medidas para su prevención o tratamiento.
Por otro lado, la sección de Alta dirección incursiona en una relación escasamente explorada: ética, finanzas e impuestos. Pocos intentos se han ocupado por activar los resortes morales que, más allá de los intereses económicos, podrían dar mayor calidad a la vida de quienes nos adornamos con el pomposo nombre de seres humanos o animales racionales. «Qué importante es no olvidar que la moralidad en el hombre procede de su condición de ser racional, entendiendo que la racionalidad ha de descubrir la verdad, no inventarla» (Alejandro Cortés González-Báez).
****

Hace un año hablábamos de 62 mil visitas a istmoenlinea. Afortunadamente se incrementó el número a lo largo de 2004. El sistema contó en noviembre, 102 mil 514 páginas visitadas por 89 mil 215 personas. A todos nuestros lectores en papel y en línea, gracias.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

Newsletter

Suscríbete a nuestro Newsletter