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¿Cómo venden los dibujos?

«En la actualidad, el lenguaje de los comics, con sus innovaciones, símbolos y onomatopeyas coloristas, está tan aceptado socialmente como el lenguaje del cine. Ambos han forzado al hombre occidental a ver la realidad de un modo distinto.»  Maurice Horn
Siempre ha sido difícil predecir cómo evolucionarán los medios y los estilos de comunicación. Sin embargo, es prácticamente una ley no escrita que ninguno muere. Llegan nuevas formas, nuevos vehículos con tecnologías mejoradas, y todos los anteriores se reagrupan, toman aire fresco, ajustan a la actualidad sus características, se apropian de otras que les convengan y conviven tan campantes.
El cómic no es una excepción. Una forma de comunicación y entretenimiento con más de dos siglos de historia, que parecería que ante la profusión de imágenes sonoras y en movimiento no tendría ya nada qué hacer. Sin embargo, retoma el camino y sirve a las campañas publicitarias ofreciendo cercanía, calidad y rentabilidad.
La historia del cómic bien podría comenzar con las antiguas culturas que pintaban cuevas para preservar su historia. Cuando la alfabetización era privilegio de muy pocos, los dibujos eran un medio sencillo de comunicar historias e ideas a un sector mayor de la población. Un ejemplo son los dibujos que adornaban ánforas y otros objetos de uso cotidiano en la antigua Grecia y los frescos que decoran iglesias medievales.
Si bien el dibujo ha estado ligado a la historia de la humanidad, el cómic tradicional emerge hace un par de siglos de la industria periodística. Se destaca por narrar en forma secuencial, en series de viñetas y hacia el año 1900 evoluciona a la forma como lo conocemos hoy día: un relato contado con dibujos y texto.
El cómic apareció en Alemania a finales del siglo XIX con el gran clásico Max und Moritz, de Wilhem Busch y en Estados Unidos la edad de oro llegó entre 1929 y 1940 con personajes como Tarzán, Flash Gordon y Superman.
El movimiento del cómic mexicano fue un reflejo de lo que sucedía en el país vecino y alcanzó su época dorada en los años 20, con historias como Don Catarino, El señor Pestañas, Mamerto y sus conciencias, Adelaido el conquistador y Pepín, este último uno de los títulos más exitosos, que surgió en 1936 y de lunes a sábado llegó a imprimir 700 mil ejemplares y a duplicar esta cantidad los domingos. Una cifra estratosférica para un país que en ese entonces contaba con 16 millones de habitantes.
Aunque después el cómic nacional sufrió un declive, surgieron varias historietas que sobreviven hasta hoy, como Memín Pingüín, Kaliman, La familia Burrón y Los Supersabios, que fincaron su éxito en combinar la comedia con una crítica social bastante afilada.
EL CÓMIC, LA MEJOR PUBLICIDAD
Una pregunta interesante es ¿conviene revivir el lenguaje del dibujo y traducirlo al ámbito comercial? Partamos de varios supuestos que fortalecen la idea.

  • La «onda retro» está de moda y regresar al pasado es una tendencia actual en todo el mundo.
  • Se ha considerado al cómic como el medio más adecuado para llegar a las masas, incluso para transmitir ideas políticas.
  • La información de los mensajes icónicos posee el poder de la evocación, reemplaza y representa una realidad de manera diferente. Un personaje puede entonces ser el portavoz más eficiente para un producto.
  • Una constante en los pequeños y medianos anunciantes es la necesidad de hacer publicidad alternativa tanto a nivel creativo como de difusión, que les permita una presencia efectiva sin los altos costos que generan las técnicas y medios tradicionales.
  • Las historietas ocupan un lugar destacado entre el público mexicano, han establecido una importante relación afectiva y sirven tanto para fines de entretenimiento como para comunicar aspectos más trascendentes de la vida.

Para ejemplificar lo dicho, puedo narrar el caso de una campaña publicitaria que utilizó este recurso. Enfrentamos el reto de atender a un cliente cuyos productos y distribución llevaban a una es-trategia enfocada a la televisión, pero con un presupuesto escaso.
Las opciones eran: preparar una producción costosa con pocos spots al aire o incrementar el número sacrificando la calidad; o bien, buscar una opción diferente de lo que hacen los competidores a un bajo costo, pero con alto impacto.
Optamos por el segundo camino y surgió la idea de utilizar viñetas para la creación de la campaña publicitaria de nuestro cliente, una compañía papelera que ofrece soluciones de oficina para pequeñas y medianas empresas.
Hoy, el lenguaje del cómic se perfila como una nueva forma de hablarle al consumidor, sin incurrir en altos costos de filmación y modelos, permite crear personajes ad hoc para cada situación, que a su vez se relacionen con los atributos intrínsecos de cada producto y los resalten frente a la audiencia de una manera sencilla y clara.
¿Qué hicimos? Crear una serie de personajes para cada línea, basando toda la campaña en la idea del cómic, llevada en toda su expresión a medios impresos y material de punto de venta, y adaptarla a televisión editando las mismas viñetas a manera de animatic con alta calidad para salir al aire Una inversión en producción menor a 30 mil dólares, que se tradujo en una campaña altamente memorable por sus personajes, un incremento sustancial en ventas y la recordación de la marca.
Un ladrón, un detective, un malabarista y varios mineros. Cuatro comerciales diferentes que crean un nuevo estilo de producir televisión en México y que el consumidor agradece porque le brindan un momento de esparcimiento en que nos dirigimos con informalidad a resolver un problema formal: la organización de su ámbito laboral.
¿QUÉ SIGUE AHORA?

En los últimos meses del 2004 se empezó a notar una marcada tendencia a seguir esta línea de comunicación en todos los medios, sin importar si son electrónicos, impresos o exteriores, dando vida a cientos de personajes que servirán de imagen a los más diversos productos. Y respecto al futuro de los comics… en realidad, parece prometedor. Hay muchas historias nuevas en puerta, propuestas frescas de estudios ya existentes, talentos originales y nuevos retos que aparecen cada día.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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