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Temor a represalias

Soy empleado de una tienda de autoservicio que tiene como principios básicos el respeto al individuo, la satisfacción del cliente y la búsqueda de la excelencia. Nos han dicho que, como trabajadores, podemos expresar cualquier inquietud o diferencia con nuestros jefes, sin temor a represalias. Sin embargo, la gerencia no nos escucha, sólo ordena. Creo que la empresa es seria, tiene políticas y código ético, sin embargo, en la práctica es diferente.
Cuando un nuevo empleado entra, no le dan la capacitación necesaria para realizar el trabajo de forma óptima y si comete un error, no le corrigen ni le enseñan, le llaman la atención, y le hacen firmar un documento en el que se compromete a no volver a cometer la falta, y si lo hace, lo despiden. También he sabido que siembran pruebas para poder despedir inocentes.
Algunas veces me he revelado yo mismo contra los gerentes, temo que me obliguen a renunciar y si no acepto, me manden a prisión por presunto robo con pruebas sembradas. Consulté el caso con un amigo abogado, me dice que no firme nada o que vaya directamente a la Secretaría de Trabajo. Sé que si enfrento un juicio laboral, podría ganarles, porque la empresa querrá evitar el desprestigio, pero temo que no sea así.
Me gustaría que me ayudaran o explicaran qué hacer en estos casos o a qué autoridades recurrir si no recibo el apoyo necesario de la instancia mencionada.
Los asesores sugieren:
1 De su escrito se desprende que, la realidad que vive en la empresa donde labora es muy distinta de sus postulados. Tal parece que su situación actual no es satisfactoria y que puede encontrarse en un riesgo potencial por las prácticas que describe.
Ahora bien, hasta el momento las «represalias» que señala se han dado en su entorno y usted no ha padecido ninguna, a pesar de que afirma haber manifestado su inconformidad. Para entablar un juicio laboral se requiere de pruebas y, me parece, que el consejo de su amigo se aplicaría cuando tuviese un problema y no sólo cuando es potencial. Desde mi perspectiva lo más conveniente sería asesorarse más a fondo con un abogado o buscar un nuevo empleo.

Felipe Jiménez

Filósofo dedicado a la docencia

2  No aparece en la consulta un dilema ético. Se trata, en todo caso, de las políticas con que una empresa maneja a sus empleados y las injusticias que puede cometer. En otros casos hemos tocado la cuestión.
De momento, quien plantea la situación no ha padecido injusticia alguna y sólo teme, a futuro, verse perjudicado. El caso, visto por un abogado, aconseja sin más no firmar nada. Pero todos sabemos que aquí lo importante es mantener la fuente de trabajo. Estamos entonces ante un asunto prudencial. ¿Vale la pena ahora enfrentarse con la empresa esperando ganar el pleito? Nos parece que no. Quizá la prudencia aconseja conservar el puesto, ser muy buen trabajador y evitar que a futuro, le puedan imputar algo falso. Quizá, pasado el tiempo, una posición distinta dentro de la organización podrá terminar con esas prácticas que generan malestar y poca lealtad hacia la empresa.

Pablo Riba Gargollo

Abogado y consultor de empresas

3 La empresa en la que usted trabaja presenta evidentes incoherencias. Pienso en dos posibles explicaciones. O bien las distorsiones de la imagen (excelencia, seriedad, código ético, respeto a la persona, etcétera) son sólo un montaje de publicidad y en realidad no existen, son una careta; o bien, la empresa en los niveles directivos sinceramente busca esos objetivos pero en el nivel gerencial, de jefes inmediatos, aún no se ha implantado esa cultura. Sugiero lo siguiente: Primero, y como una medida de seguridad jurídica personal, podría hacer una «Denuncia de hechos» ante el Ministerio Público en la que constara el temor a la represalia y a esas pruebas sembradas (si es que realmente han sucedido y los temores son fundados). Esta denuncia es algo privado y debiera permanecer así, para usar sólo si se dieran esas reacciones. A continuación, podría subir los escalones que viera oportunos en el nivel del organigrama, con la denuncia bien presentada y mejor por escrito, incluso con copia a los jefes inmediatos,
para comprobar si la empresa realmente tiene interés en el código de ética o sólo es pose. En empresas serias, incluso suele haber departamentos de control o de supervisión de las normas que agradecen mucho estas denuncias y buscan soluciones adecuadas y discretas. Esto terminaría ayudando a toda la organización y mejoraría el ambiente de trabajo. Aunque podría ser que no se diera esa buena respuesta y se comprobara lo falso de todo el sistema. En este último caso quizá lo mejor sería renunciar, pues de no hacerlo, con el tiempo usted mismo participaría del sistema corrupto, dañando a otros con esas actitudes.

Armando Reygadas

Abogado y consultor de empresas

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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