Andar y ver.
Jesús Silva-Herzog Márquez
Ensayo
UNAM-DGE/Equilibrista México, 2005. 138 págs.
JSHM es uno de los más influyentes articulistas de México. Las opiniones que publica cada lunes en Reforma son una referencia obligada. Contrario a los escritores cuyo prestigio se apoya sobre unos cuantos libros que nadie leyó, la mayor parte del corpus de su obra ha sido publicado en la prensa. Por eso se agradece la aparición de Andar y ver, un libro que recopila 32 textos de su columna homónima en la sección de cultura del mismo diario.
Menos conocidas, estas colaboraciones de cualquier modo se encuentran vacunadas contra la caducidad del periódico. Del ensayo al collage de citas, con este libro recorremos el camino que JSHM ha desbrozado durante los paseos de su formación intelectual y su curiosidad artística. Lo mismo puede hablar sobre la siesta que sobre Ana Ajmatova, aunque siempre con el mismo tino y ese estilo humildemente transparente que lo caracteriza.
Quizá el lector no comparta cada una de sus opiniones. Pero a diferencia de otros intelectuales que confunden la provocación con la polémica, JSHM anda con los argumentos por delante. En esa misma clave podemos refutar sus comentarios o hacerlos nuestros. En uno u otro caso, prevalece el disfrute de su prosa.
Jesús Silva-Herzog Márquez
Ensayo
UNAM-DGE/Equilibrista México, 2005. 138 págs.
JSHM es uno de los más influyentes articulistas de México. Las opiniones que publica cada lunes en Reforma son una referencia obligada. Contrario a los escritores cuyo prestigio se apoya sobre unos cuantos libros que nadie leyó, la mayor parte del corpus de su obra ha sido publicado en la prensa. Por eso se agradece la aparición de Andar y ver, un libro que recopila 32 textos de su columna homónima en la sección de cultura del mismo diario.
Menos conocidas, estas colaboraciones de cualquier modo se encuentran vacunadas contra la caducidad del periódico. Del ensayo al collage de citas, con este libro recorremos el camino que JSHM ha desbrozado durante los paseos de su formación intelectual y su curiosidad artística. Lo mismo puede hablar sobre la siesta que sobre Ana Ajmatova, aunque siempre con el mismo tino y ese estilo humildemente transparente que lo caracteriza.
Quizá el lector no comparta cada una de sus opiniones. Pero a diferencia de otros intelectuales que confunden la provocación con la polémica, JSHM anda con los argumentos por delante. En esa misma clave podemos refutar sus comentarios o hacerlos nuestros. En uno u otro caso, prevalece el disfrute de su prosa.