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¿Debo responder por las faltas de otros?

Soy Gerente de compras de una empresa. Uno de nuestros proveedores maneja materia prima de alta calidad y ofrece el precio más bajo del mercado, por lo que llevamos varios años comprándole.
Hace poco me enteré, por fuente fidedigna, que nuestro proveedor evade impuestos, con lo que logra bajar sus precios más que sus competidores. Considero que se trata de una acción poco ética por tratarse de una competencia desleal. He analizado la posibilidad de cambiar de proveedor pero implicaría un incremento considerable en nuestros costos de producción, que se vería reflejado en el aumento de precios y quizá, incluso, en la pérdida de clientes importantes.
Personalmente pienso que no me compete a mí involucrarme en las faltas de ética de otras personas, sin embargo, me gustaría conocer otra opinión.
Los asesores sugieren
Siguiendo a Milton Friedman, una visión utilitarista de la empresa señala que la responsabilidad social consiste únicamente en aumentar sus utilidades y no hay ninguna obligación ética de remediar los males sociales que puedan seguirse de la mala actuación de otras empresas. Una visión ética responsable indica que no hay que velar sólo por lo que sucede en el interior de la empresa sino modificar positivamente el entorno. Lógicamente hay grados de responsabilidad. Primero deben cumplirse las exigencias éticas en el interior y luego buscar el modo de influir en el entorno, incluso con cierta visión utilitarista: las mejores prácticas éticas del mercado y de la competencia benefician a mi empresa.
En el caso planteado no hay que cambiar, de momento, de proveedor por las razones que se aducen, pero habrá que tener en cuenta que si es capaz de mentir al fisco será capaz de hacerlo con el cliente. Habrá que buscar otro proveedor que pueda dar plena confianza por su comportamiento ético total.

Pablo Riba Gargollo

Abogado y consultor de empresas

2Los principios éticos exigen racional y eficazmente promover el bien de todos los seres humanos actuando con solidaridad y equidad. Por eso, las faltas éticas de otras personas también son asunto nuestro, sobre todo en la medida en que participamos de ellas o podríamos evitarlas. (Esto se vería muy claro si su proveedor, por ejemplo, vendiera productos robados). Si ese proveedor evade impuestos, está en peligro de desaparecer del mercado en cualquier momento ante una demanda de Hacienda, con el consecuente daño también para su empresa.
Por otro lado, depender de un proveedor deshonesto para ser competitivos en el mercado, es una señal clara de alarma: algo debe hacerse a favor del realismo en su empresa. Por ejemplo, elaborar un plan gradual para cambiar de su actual proveedor a otros con igual calidad, y al mismo tiempo ajustar el precio de sus productos con los clientes. Ese plan deberá tener tiempos reales propuestos para su realización. Podría también pensarse en una «exposición de motivos» con el proveedor deshonesto e invitarlo a corregir su irregularidad.

Armando Reygadas

Abogado y consultor de empresas

3Resulta muy difícil juzgar los actos de una empresa habiendo escuchado exclusivamente «una fuente fidedigna». Hace años, un hombre prudente decía que antes de emitir un juicio se deben escuchar las dos campanas.
Por otro lado, el tema de las obligaciones fiscales admite muchos escenarios legales y éticos que dependerán de multitud de circunstancias para poder dar un dictamen ético. Hasta ahora sólo cuenta con una versión y, en mi opinión no conviene tomar una decisión en contra de un proveedor basado exclusivamente en el dicho de un tercero.

Felipe Jiménez Filósofo

dedicado a la docencia

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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