Doctor Pasavento
Enrique Vila-Matas
Novela
Anagrama. Barcelona, 2005. 388 págs.
Las novelas de Vila-Matas son artículos de lujo, pedrería fina en medio de rocosos desperdicios. Excluyen al lector común, al que busca la satisfacción inmediata de la cantera y no aprecia la caprichosa anatomía de un diamante.
Doctor Pasavento se agrega con renovada singularidad al maniático elenco de historias que Vila-Matas fabrica desde su primer relato (La asesina ilustrada).
Un tipo desea fervientemente desaparecer. El tipo bien podría ser el mismo Vila-Matas, como en otras de sus narraciones. En su ruta hacia su propia evaporación, el tipo se apodera de personalidades distintas con una sola consigna: andar por la vida con un letrero de esos que se ponen en las chapas de los cuartos de hotel y que dice «no molestar».
La historia adopta hechuras esquizofrénicas hacia la nada y, nuevamente, Vila-Matas da estructura a su obsesión más pura: la literatura como puerta a la verdadera libertad, la imaginación como pasaporte.
Tras las huellas mentales y psicológicas que dejó Robert Walser ?el misterioso novelista suizo autor de Jakob von Gunten?, el catalán se interna en un recorrido hacia ningún sitio, con la guía de figuras como la de Montaigne.
Único requisito para el lector: no se fíe de Enrique Vila-Matas.
Enrique Vila-Matas
Novela
Anagrama. Barcelona, 2005. 388 págs.
Las novelas de Vila-Matas son artículos de lujo, pedrería fina en medio de rocosos desperdicios. Excluyen al lector común, al que busca la satisfacción inmediata de la cantera y no aprecia la caprichosa anatomía de un diamante.
Doctor Pasavento se agrega con renovada singularidad al maniático elenco de historias que Vila-Matas fabrica desde su primer relato (La asesina ilustrada).
Un tipo desea fervientemente desaparecer. El tipo bien podría ser el mismo Vila-Matas, como en otras de sus narraciones. En su ruta hacia su propia evaporación, el tipo se apodera de personalidades distintas con una sola consigna: andar por la vida con un letrero de esos que se ponen en las chapas de los cuartos de hotel y que dice «no molestar».
La historia adopta hechuras esquizofrénicas hacia la nada y, nuevamente, Vila-Matas da estructura a su obsesión más pura: la literatura como puerta a la verdadera libertad, la imaginación como pasaporte.
Tras las huellas mentales y psicológicas que dejó Robert Walser ?el misterioso novelista suizo autor de Jakob von Gunten?, el catalán se interna en un recorrido hacia ningún sitio, con la guía de figuras como la de Montaigne.
Único requisito para el lector: no se fíe de Enrique Vila-Matas.