¿Por qué soy todavía cristiano? ¿Por qué permanezco en la iglesia?
Hans Urs von Balthasar, Joseph Ratzinger
Sígueme. Salamanca, 2005. 113 págs.
Hans Urs von Balthasar, Joseph Ratzinger
Sígueme. Salamanca, 2005. 113 págs.
Von Balthasar es considerado uno de los más importantes teólogos del siglo XX. Buscó dar respuesta al modernismo occidental desde la fe. Ratzinger, ahora Benedicto XVI, se encuentra entre los teólogos más influyentes de Alemania.
Este volumen incluye dos ensayos que convergen en un tema común: la permanencia en la fe. Von Balthasar, antes de exponer las motivaciones más profundas del cristianismo, se detiene a reflexionar sobre la creación, el amor y la muerte con una perspectiva estético-teológica.
Pondera el peso escatológico de la acción de Dios en Jesucris-to, en el que centrará la clave definitiva para ser cristiano.
En su ensayo, Ratzinger reconoce el estado de confusión espiritual que parece haberse instalado entre los creyentes. Ofrece un análisis de los acontecimientos de la Iglesia desde el Concilio Vaticano II y reflexiona después sobre el deseo de conversión y la crisis de la fe. Ratzinger repasa el absurdo al que llegan muchas teorías filosóficas y psicológicas que ofrecen un mundo sin Dios. Muestra también el error de creer que se puede llegar a la plenitud humana sin el dominio de uno mismo. Su respuesta definitiva es que «permanezco porque creo que detrás de nuestra Iglesia vive Su Iglesia».
Este volumen incluye dos ensayos que convergen en un tema común: la permanencia en la fe. Von Balthasar, antes de exponer las motivaciones más profundas del cristianismo, se detiene a reflexionar sobre la creación, el amor y la muerte con una perspectiva estético-teológica.
Pondera el peso escatológico de la acción de Dios en Jesucris-to, en el que centrará la clave definitiva para ser cristiano.
En su ensayo, Ratzinger reconoce el estado de confusión espiritual que parece haberse instalado entre los creyentes. Ofrece un análisis de los acontecimientos de la Iglesia desde el Concilio Vaticano II y reflexiona después sobre el deseo de conversión y la crisis de la fe. Ratzinger repasa el absurdo al que llegan muchas teorías filosóficas y psicológicas que ofrecen un mundo sin Dios. Muestra también el error de creer que se puede llegar a la plenitud humana sin el dominio de uno mismo. Su respuesta definitiva es que «permanezco porque creo que detrás de nuestra Iglesia vive Su Iglesia».