Libro homenaje de la Facultad de Filosofía de la Universidad Panamericana
Ensayo
Cruz O. México, 2005
En un mundo en el que la actividad económica es esencial para que hombres y sociedades encuentren mayores o menores alicientes para lograr formas de vida buena, la reflexión filosófica no puede desdeñar a la economía.
En la historia intelectual de las naciones se ha rendido homenaje a un sinnúmero de pensadores. No suelen ser solamente historiadores del pensamiento, eruditos o profundos conocedores de sistemas filosóficos. La historia espiritual de un pueblo no la cincela la simple colección de datos o acumulación de ideas, sino la creatividad de aquellos hombres que se sirven de la historia de las ideas para crear algo propio, acorde con las demandas de su tiempo.
Los filósofos que comprenden el pensamiento -a la manera de Hegel en el siglo XIX- no como repetición de ideas pasadas, ni como su mera dilucidación, sino como la recreación de los principios más universales del obrar humano bajo la luz de sus condiciones fácticas actuales, son los que han merecido el reconocimiento.
Metafísica, acción y voluntad reúne 14 artículos de pensadores hispanoamericanos que han estudiado la obra del filósofo mexicano Carlos Llano. En este texto, editado en agosto de 2005, con motivo del XXXV aniversario de la Facultad de Filosofía de la Universidad Panamericana, encontramos una serie de reflexiones sobre la obra de Llano, críticas y gran calado, que van desde la ontología y la metafísica hasta el análisis de los principios de la acción directiva, pasando por la reflexión ética del autor y su crítica a la moral racionalista moderna.
En ellas, se aprecia la visión holista del autor, gracias a la cual los tópicos más importantes de la reflexión filosófica sobre metafísica, sobre todo de cuño aristotélico-tomista, de ninguna manera se desligan de problemas que, como en el caso de la administración de las organizaciones y la función de dirigir, apremian en el mundo actual.
UNA MIRADA INCLUYENTE
La edición de un libro como este, en la que tuve la fortuna de colaborar, fue sumamente interesante por el encuentro con un tipo de perspectiva filosófica parecida a la que podemos leer en Heidegger y Wittgenstein. Como mencioné, la filosofía de Llano no es un compendio de ideas. No es un heideggeriano o un wittgensteiniano, de hecho dista mucho de serlo; su cercanía a los autores está en la forma de comprender a la filosofía que ya no aparece como el discurso erudito de una serie de privilegiados que, desde lejos piensan al hombre y a la sociedad.
Platón, San Agustín y Kant, por hablar de algunos, siempre tuvieron presente al hombre y a la sociedad, objeto central de sus disertaciones. Sin embargo, su mirada sobre ellos siempre fue lejana, y las reflexiones sobre el transcurrir cotidiano de la vida, resultan casi inexistentes en sus obras. A diferencia de estos autores, la mirada de Llano se dirige al hombre desde una cercanía que le permite conocer los verdaderos asuntos y problemas que aquejan el mundo actual para pensar sobre ellos desde los principios universales de la filosofía.
El autor no teme hablar de asuntos que a ojos de la mayoría de los clásicos de la filosofía resultan poco significativos; una dimensión que se desprende directamente de sus consideraciones sobre la acción práctica es la reflexión sobre la organización y administración empresarial.
En un mundo en el que la actividad económica es esencial para que hombres y sociedades encuentren mayores o menores alicientes para lograr formas de vida buena, la reflexión filosófica no puede desdeñar a la economía.
La labor de edición de este homenaje a la obra intelectual de Carlos Llano fue, sobre todo, filosóficamente enriquecedora. A lo largo de los artículos se cita a numerosos autores como Aristóteles, Duns Escoto, Tomás de Aquino, Kant, Wittgenstein, Rawls, Mc Intyre, Amartya Sen, Jaspers, Heidegger, Kolakowski, Derrida y Zizek, entre otros, y son puestos a discutir con Carlos Llano, uno de los pensadores más sobresalientes de la filosofía mexicana.