La patria en el Paseo de la Reforma
Carlos Martínez Assad
Ensayo
UNAM-FCE. México, 2005.
Carlos Martínez Assad
Ensayo
UNAM-FCE. México, 2005.
214 págs.
«Fue hasta 1910 que, después de varios proyectos frustrados, se elevó por fin la Victoria alada, con sus alas abiertas sobre la Ciudad de México». Cien años después de nuestra independencia, al fin se coloca un monumento que la conmemore.
Pero la historia comienza a mediados del siglo XIX, cuando Maximiliano de Habsburgo encontró en el castillo de Chapultepec su hogar, pero ante la lejanía de este y el Palacio Nacional, su lugar de trabajo, decidió trazar una línea casi recta entre ambos. La ruta atravesó sembradíos y propiedades privadas sin miramiento. Pero la pretensión de hacer un nuevo paseo a la Champs-Élysées fue muy alta y al emperador le faltó vida para verla terminada.
Tuvieron que pasar los mandatos de Benito Juárez, Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz para que el nuevo paseo, bautizado «de la Reforma» (por la reforma constitucional que llevó a cabo Juárez), se convirtiera en la vía transitable más bella de la capital.
Martínez Assad, reconocido historiador, ofrece un trabajo asequible y bien logrado, sembrado de fotografías, planos y dibujos que, además de ilustrar, son documentos valiosos de nuestra historia.
El volumen cuenta además con una sección de biografías de aquellos que nos dieron patria. Práctico y ameno, resulta igual de interesante para conocedores y curiosos.
Pero la historia comienza a mediados del siglo XIX, cuando Maximiliano de Habsburgo encontró en el castillo de Chapultepec su hogar, pero ante la lejanía de este y el Palacio Nacional, su lugar de trabajo, decidió trazar una línea casi recta entre ambos. La ruta atravesó sembradíos y propiedades privadas sin miramiento. Pero la pretensión de hacer un nuevo paseo a la Champs-Élysées fue muy alta y al emperador le faltó vida para verla terminada.
Tuvieron que pasar los mandatos de Benito Juárez, Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz para que el nuevo paseo, bautizado «de la Reforma» (por la reforma constitucional que llevó a cabo Juárez), se convirtiera en la vía transitable más bella de la capital.
Martínez Assad, reconocido historiador, ofrece un trabajo asequible y bien logrado, sembrado de fotografías, planos y dibujos que, además de ilustrar, son documentos valiosos de nuestra historia.
El volumen cuenta además con una sección de biografías de aquellos que nos dieron patria. Práctico y ameno, resulta igual de interesante para conocedores y curiosos.
