EL ARTE DE LA FUGA
Sergio Pitol
Ensayo
Era-Editores independientes.
Sergio Pitol
Ensayo
Era-Editores independientes.
México, 2007.
317 págs.
La memoria es una carretera llena de curvas, rectas, subidas, bajadas, caminos que se cruzan? La de Sergio Pitol juega entre el desorden de las curvas y la veracidad de las rectas. Muestra al lector el camino y lo deja solo para que lo recorra a su antojo.
El libro es una reedición del original de 1996 y se divide en cuatro apartados. El primero se expande a diferentes campos de la «Memoria»: diarios, crónicas de viaje, recuerdos; el segundo abre la puerta a los vericuetos de su oficio, al arte de la fuga, como él llama a la «Escritura»; el tercero se remite a sus «Lecturas» y rinde tributo a las grandes plumas que lo han forjado como lector y como escritor. Ocho ensayos literarios que no pretenden más que cautivar a quien los lee.
La última sección se titula «Final» y cuenta con un sólo texto en que el autor relata su viaje a Chiapas, zona de conflicto. En ella, Pitol muestra una visión sobre las diferentes culturas indígenas y extiende un interesante abanico de color y variedad para quien está del otro lado de la página.
Al final del libro está Pitol, hombre y escritor, serpenteando con su pluma el camino de su memoria.
El libro es una reedición del original de 1996 y se divide en cuatro apartados. El primero se expande a diferentes campos de la «Memoria»: diarios, crónicas de viaje, recuerdos; el segundo abre la puerta a los vericuetos de su oficio, al arte de la fuga, como él llama a la «Escritura»; el tercero se remite a sus «Lecturas» y rinde tributo a las grandes plumas que lo han forjado como lector y como escritor. Ocho ensayos literarios que no pretenden más que cautivar a quien los lee.
La última sección se titula «Final» y cuenta con un sólo texto en que el autor relata su viaje a Chiapas, zona de conflicto. En ella, Pitol muestra una visión sobre las diferentes culturas indígenas y extiende un interesante abanico de color y variedad para quien está del otro lado de la página.
Al final del libro está Pitol, hombre y escritor, serpenteando con su pluma el camino de su memoria.
