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Despido por VIH sida

Trabajo en el departamento de RH de una fábrica dedicada a producir plásticos. Hace tres meses propusimos a algunos empleados realizarse un estudio médico compleo pues su trabajo implica mucho esfuerzo físico. Los resultados de Pedro, un mecánico que realiza con eficiencia su trabajo al ser puntual, cumplido y fiel a la empresa durante más de un año, indican que su sangre contiene VIH. El director general, al enterarse, nos pidió despedirlo con todos los requerimientos de la ley, pues la empresa no puede asumir los gastos y las posibles ausencias futuras. ¿Es justo que lo despidan?, ¿puedo hacer algo por él?
1. Un enfermo de esa índole bien atendido puede llevar una vida muy normal y por mucho tiempo: toda la vida. Por eso, no parece justa la actitud de despedirlo que, sin embargo, pretende respetar los requerimientos de la ley. Además, el empleado podría demandar por actitud discriminatoria.
Por lo que usted dice, Pedro ignora su condición de enfermo, pues de otro modo habría evitado los estudios médicos que se le pedían. Sea así o no, lo mejor es hablar con él en atención a su expediente –es un buen empleado: puntual, cumplido, fiel– y tras advertirle su situación, proponerle algunas alternativas.
Hoy por hoy, en la seguridad social, se atiende bien a estos enfermos sin mayores gastos para la empresa ni ausencias al trabajo. Su tarea desde RH implica establecer criterios de acción –políticas de área– para este y otros casos que se podrían presentar. El director general, tras ser informado sobre el tema, podrá tomar la decisión que vea oportuna.

Armando Reygadas

Abogado y especialista en ética de la empresa

2. En el colectivo social, escuchar las letras del acrónimo VIH, desencadena generalidades, imprecisiones e injusticias. Una cosa es tener la condición de seropositivo por estar infectado por el virus de la inmunodeficiencia humana y otra, las manifestaciones de esa deficiencia que aparecen en general muchos años después de contraído el virus. Puede ser útil considerar que hoy existen numerosos fármacos dirigidos a evitar la progresión del ciclo vital del virus.
El ser portador de un virus que puede causar la muerte precedida de lastimosas experiencias, con altos costos económicos, no sólo no es una causal de despido si se quiere actuar éticamente, sino que obliga a guardar el derecho a la privacidad de la persona. Como responsable en el departamento de RH habrá que buscar por todos los medios que no se despida a esa persona por dicho motivo. Debe tenerse en cuenta que si el criterio imperante es despedir al que pueda enfermarse, habrá que despedir a todos. Y, por favor, que el último, apague la luz.

Pablo Riba Gargollo 

Abogado y consultor de empresas

 

 

 

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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