Soy gerente de capacitación en una empresa trasnacional de seguros. Desde hace un año mi jefe, el director de RH, ha buscado llevar nuestra relación laboral a otro nivel invitándome al cine, a comer y a fiestas. Sabe que estoy casada y que tengo un hijo; sin embargo, no cesa en sus propuestas para salir. Al principio lo rechacé con cortesía, pero después fui clara y tajante. A pesar de ello, insiste. Hasta ahora el asunto se limita a invitaciones y negativas ¿Se puede considerar acoso sexual? ¿A quién acudo, si es él justamente quien debería resolver este tipo de casos en la empresa?
Lamentablemente sí es un caso de acoso sexual. Elementos que nos ayudan a reconocerlo: a) Hay una relación de poder entre el acosador y la acosada,
b) Ha habido insinuaciones explícitas, c) Se le ha hecho saber claramente al acosador que no se tiene intenciones de tener una relación más allá de lo laboral y d) La insistencia en las invitaciones indica presión. Para tipificarlo como acoso sólo faltaría la amenaza de que en caso de rechazo habría consecuencias. Sin embargo, aunque no hay amenaza podemos decir que sí es evidente el acoso, que se agrava más por el puesto y responsabilidad de tu jefe, aunado a que eres una mujer casada y con familia.
Usualmente en empresas transnacionales existen canales institucionales de denuncia (buzones anónimos, líneas de ayuda, etcétera) que trascienden a la filial específica del país; úsalos si es posible. Si sabes que tu jefe se enterará por estos medios institucionales, hay que acudir a un mando superior, ya sea el Director General o algún miembro del Consejo.
Es importante que no te quedes callada pues esta conducta podría repetirse con otras compañeras. Usualmente este tipo de individuos no se limita a acosar a una persona, es muy probable que ya haya otras mujeres en el departamento o la empresa que también hayan sido acosadas, busca su apoyo en la denuncia; también correos, mensajes de voz o de texto que te haya enviado tu jefe con esta finalidad ayudarán a fortalecer tu versión de los hechos.
Rodrigo Villaurrutia
Profesor de Ética de la Empresa
Al manifestarle tajantemente tu negativa sobre esas invitaciones y él insistir en sus intentos estamos ante un caso de acoso; aunque la definición técnica del tema es difícil y varía según las legislaciones. Además, sin duda parece grave que el encargado de RH sea el protagonista de esa conducta tan nociva en un ambiente de trabajo y que pone en riesgo todo el proyecto de RH en la empresa. Al ser tu compañía una empresa seria e internacional es casi seguro que tiene un código de ética o de principios institucionales, que seguramente atiende a este problema y ofrece recursos para su solución.
Con toda certeza habrá en el organigrama algún directivo con autoridad al que acudir. Podría pensarse que quizá no seas solamente tú la agredida, sino sean también otras empleadas. Quizá el consejo más importante que te pueda dar sea ser prudente y cautelosa. Recabar pruebas que certifiquen sus afirmaciones. Ser muy firme en tus negativas y evitar toda circunstancia peligrosa o sospechosa: no trabajar juntos fuera de las instalaciones de la empresa o del horario establecido, etcétera. Evita cualquier familiaridad en el trato… vale más prevenir que lamentar.
Armando Reygadas
Abogado especialista en ética de la empresa
