Se incrementa el promedio de vida de cada persona y se incrementan también, a mayor velocidad, los avances tecnológicos y sociales que desencadenan cambios en los modos de entender el trabajo, las relaciones laborales y la vida en general. Ya no es suficiente adaptarnos o modernizarnos, tanto las personas como las empresas e instituciones muchas veces tendremos que ir más allá, habremos de reinventarnos.
Al llegar a la edad del retiro, al ciudadano actual le quedan por delante veinte o treinta años de vida, lo lógico sería que de un modo u otro, esos años fueran productivos. Las empresas resentirán la escasez de talento y experiencia y habrán de idear puestos y modalidades para retenerlos y cada persona habrá de reinventarse varias veces para actualizar sus talentos y seguir siendo útil en una sociedad cambiante, quizá en actividades muy distintas a las previas.
Mónica Flores habla extensamente de este tema y Ángeles Burguera comenta un informe del Instituto del Envejecimiento de la Universidad de Wisconsin que demuestra que quienes luchan por unos ideales o se comprometen en tareas de servicio y voluntariado, no sólo reducen la posibilidad de padecer alzheimer, osteoporosis y otras enfermedades, sino son más felices y viven más.
La sección «Coloquio» habla también del cambio, en este caso es del país: México ha evolucionado en sentido positivo. Si somos un país con mayoría de «clase media baja», o «clase baja alta», da lo mismo, la realidad es que unos y otros estudios, incluyendo los índices internacionales de desarrollo humano llegan, por diversos caminos, a conclusiones que la población todavía no creemos ni queremos aceptar: el avance es un hecho tangible. Como escribieron Héctor Aguilar Camín y Jorge Castañeda, somos presa de una idea pobre de nosotros mismos somos «un país ballena que se sigue creyendo ajolote» y no debemos aspirar a nada menos que a la democracia, la equidad y la prosperidad. («Regreso al futuro», Nexos, 1/12/10)
Siguen otros temas por demás interesantes: una mirada inteligente y certera al pulso del cine actual, que se refleja en el Festival Cannes 2011 y un reportaje sobre los variables significados de los tatuajes en la historia y en la actualidad.
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