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Godzilla. La monstruosa imperfección humana

En un escenario donde las secuelas que dejaron las bombas nucleares aún aquejaban a los pueblos japoneses de Hiroshima y Nagasaki, Gojira o Godzilla, el monstruo japonés por excelencia, debutó en el cine en blanco y negro.
Nueve años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, y con semejantes temores oscilando en el inconsciente colectivo nipón, la película capturó la necesidad de atestiguar ejemplos de heroísmo humano, sacrificio y honor con la capacidad de erradicar peligros inminentes.
Se dice que los estudios Th concibieron a Godzilla como una representación física, imponente y tenebrosa del miedo que experimentó el país tras los ataques nucleares.
Otras hipótesis, en los filmes GMK Godzilla, Mothra y King Ghidorah, cosecharon la idea de una bestia que alberga las almas en pena de las víctimas de la guerra. De ahí que, en algunas cintas, el protagonista «resguarda» a Japón en lugar de dañarlo.
Metafóricamente, Godzilla encarnó la monstruosidad del dolor, la muerte, el éxodo y caos del belicismo en el país asiático. A través de él, la película de Ishiro Honda, Gojira (1954), reflejó tales sentimientos con poderosas imágenes y personajes realistas.
Sus escenas, narraciones y conflictos se ampararon en notables efectos especiales y un dramatismo visual que enfatizó la desazón generada por la bestia. Honda hizo héroes de los ciudadanos del pueblo. Su visión esperanzadora confirmaba que el futuro yacía en las manos de los habitantes, quienes podrían emerger de los escombros.
Desde entonces, 28 películas japonesas y dos versiones extranjeras abordan la metáfora de Gojira. Sólo la versión de Roland Emmerich distorsionó su motivo inicial; en 1988 retomó el origen nuclear del personaje, pero éste se sustentó en pruebas atómicas francesas.
La coproducción japonesa-estadounidense de 2014 siguió el mismo camino. Emplea la cuestión nuclear pero, como su antecesora, las consecuencias posguerra son plenamente desechadas. Muestra a Godzilla como un antihéroe, que lo mismo genera caos que defiende a la humanidad.
En la versión más reciente, el director Gareth Edwards replantea las significaciones metafóricas del personaje. Retoma al ente que en su historia ha enfrentado a otros kaiju (extrañas bestias gigantescas) como King Kong o Megalón, y simboliza la ambición cientificista humana: el catastrófico resultado de crear armas de destrucción y trastocar la naturaleza.
Godzilla (2014) hace eco de secretos, mentiras y yerros, ocultos en favor de la apariencia y los avances científicos, mas no del ser humano. Este enfoque realista engloba un problema in crescendo, que se ignora hasta que sus dimensiones portentosas hacen inminente su enfrentamiento. Una atinada perspectiva en tiempos donde las amenazas nucleares son latentes (piénsese en Corea del Norte), pero parecen realidades lejanas.
Pese a todas estas modificaciones y tras 61 años de su concepción, este kaiju mantiene connotaciones tan poderosas como trascendentes y su significado varía según el contexto histórico en el que reaparece. Nadie puede quitarle su título de «rey de los monstruos»; menos cuando su monstruosidad emana de nuestra propia imperfección.
 
Título: Gojira
Año: 1954
Dirección: Ishirô Honda
Guion: Ishirô Honda, Shigeru Kayama Takeo Murata
Elenco: Takashi Shimura, Akihiko Hirata, Akira Takarada, Fuyuki Murakami, Sachio Sakai
Fotografía: Masao Tamai
Música: Akira Ifukube
 
Título: Godzilla
Año: 1998
Dirección: Roland Emmerich
Guión: Dean Devlin,
Roland Emmerich
Elenco: Matthew Broderick, Jean Reno, Maria Pitillo, Hank Azaria, Kevin Dunn,
Michael Lerner
Fotografía: Ueli Steiger
Música: David Arnold,
Michael Lloyd
 
Título: Godzilla
Año: 2014
Dirección: Gareth Edwards
Guion: Max Borenstein, Dave Callaham
Elenco: Aaron Taylor-Johnson, Elizabeth Olsen, Bryan Cranston, Ken Watanabe,
Sally Hawkins, Juliette Binoche
Fotografía: Seamus McGarvey
Música: Alexandre Desplat
 
 

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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