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Sully, una historia de liderazgo

El 15 de enero de 2009, a las 3:26 pm, un avión de US Airways que salía del aeropuerto LaGuardia de Nueva York chocó con una parvada de gansos canadienses, en este encontronazo las aves inutilizaron las dos turbinas. El avión llevaba 150 pasajeros, más el capitán (Chesley “Sully” Sullenberger) el copiloto y tres azafatas. El capitán decidió acuatizar en el cercano Río Hudson, y a las 3:31 pm ya lo había hecho; antes de 5 minutos llegaron barcos y rescataron a los pasajeros, no hubo víctimas.
Considerando que fue un acuatizaje muy difícil, que la temperatura estaba en -7ºC y que previamente un acuatizaje parecido en Asia había resultado con varios muertos; el gobernador de Nueva York al hablar del incidente dijo “tuvimos un milagro en el Hudson” y desde ese momento así se conoce a este suceso.
Esta interesante aventura se relata en el libro autobiográfico del capitán Sullenberger (Highest Duty, Editorial William Morrow, EU 2009); más adelante, dos productores compraron los derechos para realizar la película Sully: hazaña en el Hudson, cuya dirección estuvo a cargo de Clint Eastwood, y el papel de Sully a cargo de Tom Hanks. Se trata de una película muy interesante que fue muy bien recibida por la crítica y que además comercialmente fue muy exitosa.
 
ALGUNOS ASPECTOS A DESTACAR
1) ¿Cómo le haces para narrar en una película un evento que duró 5 minutos y que además, todos sabemos, tuvo un final feliz? La película lo resuelve, a mi modo de ver, con maestría, pues va entrelazando escenas de antes, durante y después del acuatizaje, además de mostrar las “pesadillas” de Sully tras el incidente; de pronto tiene sueños donde el avión termina estrellándose en un edificio al estilo de los ataques terroristas del 9 de septiembre en Nueva York. Además, la película incluye la investigación realizada por la NSTB (National Transportation Safety Board, la oficina de seguridad del transporte nacional, agencia gubernamental de EU) donde se añade un poco de drama al cuestionar la actuación de Sully, quien, por supuesto, sale muy bien librado.
2) Lo extraordinario de la vida ordinaria. Una de las enseñanzas más poderosas de esta película puede pasar desapercibida: para estar a la altura y hacerla muy bien ante un evento extraordinario, uno se prepara haciendo lo ordinario extraordinariamente bien. Sully, al momento del percance tenía 58 años y 19,663 horas de vuelo, también había sido piloto de la fuerza área estadounidense, donde participó en operaciones de rescate y fue instructor de pilotos. Su copiloto tenía 49 años y 15,643 horas de vuelo, las tres azafatas tenían 57, 58 y 51 años respectivamente, con experiencia de 28, 38 y 26 años. Eran muy profesionales en su trabajo, se capacitaban cada año para emergencias como ésta y así, cuando la eventualidad (una situación extraordinaria) se presentó, pudieron enfrentarla exitosamente.
3) Saber prudencial aplicado… en 5 minutos. Hay muchas similitudes entre un capitán piloto aviador y un director de empresa, ambos observan el entorno, hacen recuento de sus capacidades y limitaciones, (es decir, hacen un diagnóstico usando el muy conocido esquema del FODA: fuerzas, oportunidades, debilidades y amenazas) y posteriormente eligen un curso de acción. Para ello utilizan el saber prudencial (practical wisdow) que consta de tres momentos: 1) de diagnóstico que responde a la pregunta ¿dónde estoy?, 2) de decisión que responde a la pregunta ¿a dónde me dirijo? o ¿qué voy a hacer?, y 3) de ejecución donde realizo lo que decidí hacer.
Sully recorrió exitosamente estos tres momentos, (según los explica Carlos Llano en su libro Análisis de la acción directiva) en sólo 5 minutos.
4) Nuevos estilos de liderazgo. Sully es un líder al estilo más “actual”, es decir, es un miembro más del equipo, que reconoce que los integrantes lo superan en muchas cosas y que él, en lo que es bueno, es precisamente en su capacidad de liderarlos eficazmente hacía un bien común, deseado por todos (y bueno para todos). Se trata sin duda de un concepto de liderazgo mucho más eficaz que el viejo concepto de dirigir basado en el miedo y el control.
En una escena de la película, tomada de una filmación con el verdadero Sully cuando lo felicitan por lo que hizo, inmediatamente responde que fue una labor de equipo, reconociendo a su copiloto, a las tres azafatas, a los pasajeros (que no entraron en pánico), los rescatistas de los barcos y la  policía de Nueva York. Como afirmaba Carlos Llano, el verdadero líder, es un miembro más del equipo, que reconoce que sus logros son resultado precisamente del trabajo del (y en) equipo.
En resumen nos encontramos ante una película interesante, que no sólo es muy amena. Cinematográficamente, está muy bien hecha, con excelente fotografía, actuaciones convincentes y un argumento atractivo. Una película que nos muestra la importancia del trabajo bien hecho, de la fuerza de saber trabajar en equipo y lo eficaz que puede ser un líder que, quizá no posea todas las capacidades de los miembros de su equipo, pero sabe coordinarlos y organizarlos para que den su mejor esfuerzo. Una película interesante y muy loable que sin duda conviene ver, pues está catalogada como una de las 10 mejores películas estrenadas en 2016, según el American Film Institute. </>
 
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istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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