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Formemos mejores ciudadanos. Abraham Muñoz Barbosa

La educación y la profesionalización de la labor social se conjugan para cambiar el rumbo de nuestro país.
Desde tu perspectiva, ¿cuál es el papel de la educación para el avance de un país y para formar mejores ciudadanos?
La educación es la palanca del desarrollo de un país. Si ésta es de calidad y se recibe de manera oportuna, su impacto es mayor, más rápido y más profundo.
Estoy convencido de que la educación es el factor que más influye en el avance de las sociedades, familias y personas. De hecho, los grandes retos globales se solucionan desde la educación y principalmente desde la niñez. Hacer conciencia de ellos nos motiva a proponer alternativas para atenderlos y nos compromete a involucrarnos activamente en la solución.
¿De quién es responsabilidad el desarrollo de mejores ciudadanos?
Para transformar un país desde la niñez hace falta la cooperación de cada miembro de la sociedad: gobierno, iniciativa privada, familias… Este cambio no se logra en soledad.
En el caso de las empresas, con que éstas designaran 1 o 2% de sus resultados a iniciativas de responsabilidad social corporativa alineadas a su cadena de valor, obtendrían un beneficio mayor a cinco o siete por ciento. Es tan directa la relación de los empresarios con la responsabilidad social corporativa, que bien administrada sin duda tiene resultados positivos para una mejor ciudadanía y para el mismo negocio.
Por otro lado, la educación es la palanca para construir una sociedad distinta: crítica, propositiva y capaz de cambiar sus necesidades. Si se educa a través del juego se puede enseñar en la niñez a cómo jugar limpio, a respetar las reglas. 5% del PIB mundial está relacionado con temas de corrupción, la única solución que veo es la educación, trabajar directamente con niños y niñas y con aliados clave, midiendo el impacto de lo que podemos hacer e involucrándonos todos.
¿Qué papel juega la responsabilidad social en un modelo de negocio?
En la empresa moderna el rubro responsabilidad social es esencial. Personalmente, considero que debe estar en el ADN de la empresa, conseguir que cada miembro de la institución lo viva, participe, sea voluntario, done, sea empático con sus compañeros, sea responsable… Otra solución es la fórmula típica: crear un área de Responsabilidad Social Corporativa, muy útil cuando los objetivos del área se alinean a la misión y a la cadena de valor de la empresa. Estoy convencido de que el retorno va directo a los resultados del negocio.
La responsabilidad social es clave para asegurar la continuidad y el crecimiento de las organizaciones. Una empresa que esté dispuesta a invertir entre 1% y 2% de su bottom line en iniciativas de responsabilidad social asociadas a su cadena de valor, puede esperar retornos de inversión de 5% a 7% en función de su sector. Aquellos que decidan no hacerlo, notarán que pierden terreno rápidamente con su competencia.
Por otro lado, así como las empresas invierten importantes recursos para desarrollar a sus proveedores dentro de la cadena de suministros, es clave también invertir en la profesionalización de las organizaciones de la sociedad civil para asegurar resultados de mayor impacto en su negocio.
Se trata de alinear la toma de decisiones corporativas a las necesidades sociales locales y específicas de su mercado.
¿Qué responsabilidad tiene la empresa para el crecimiento del país y el mejoramiento de su sociedad?
La responsabilidad es total y directa. Las empresas son entes sociales, que si no ven por el beneficio de su entorno, terminan por convertirse en organizaciones individualistas. Su responsabilidad tiene gran peso pues la empresa tiene una capacidad de acción más ágil que la del gobierno.
¿Qué debe hacer México para tener mayores iniciativas sociales?
México no tiene un número adecuado de iniciativas sociales frente a las necesidades que presenta. Estoy convencido de que el primer paso para incrementar las iniciativas sociales radica en la educación. Cada niño tiene una preocupación distinta conforme a lo que vive en su entorno, puede ser el bullying, el calentamiento global, la vida terrestre, la vida marina… La intención es que a través de la educación las personas sean capaces de detectar una necesidad y atenderla.
En la sociedad actual las personas se preocupan o se quejan de la corrupción o el machismo, sin embargo, qué hacemos nosotros por evitarlo, ¿damos mordida?, ¿compramos piratería?, ¿me robo el Wi-Fi del vecino?, ¿modifico mi medidor de luz? De repente toda esta problemática se ha normalizado, la sociedad la asume como natural, sin embargo sólo es la punta de un iceberg que puede derivar en: ¿utilizo mis palancas para obtener un beneficio para un contrato público?, ¿tiro los desechos de mi empresa a los mantos acuíferos?
No obstante nosotros podemos cambiar este panorama, así como las raíces corruptas se pueden expandir, también los principios del buen ciudadano, al enseñarles a los niños las alternativas y consecuencias de seguir cada camino, despertar en ellos el pensamiento ético, fomentando la participación de los padres para reforzar este pensamiento.
Pareciera que los países de primer mundo no se enfrentan ante tantos problemas sociales como lo hacemos en Latinoamérica. ¿Cuál es la raíz de esta diferencia?
Considero que los retos en cada país y latitud son distintos. Por ejemplo en Estados Unidos se enfrentan problemas serios de apatía, individualismo o bullying. Cada país tiene retos distintos.
No tiene tanto que ver con un PIB, sino con el contexto local. Hay retos comunes en países emergentes y retos similares en países del primer mundo, pero todos son retos y el rango de acción es amplio.
¿Cuál es el modelo de sustentabilidad de una organización sin fines de lucro como la que presides?
Por lo general la visión empresarial exige un modelo de negocio capaz de fondear una iniciativa sin fines de lucro. Yo no me dedico a eso, en Educación para compartir formamos mejores ciudadanos.
La visión corporativa se concentra en generar valor económico, lo cual da una visión limitada del entorno. Considero que los empresarios mexicanos deberían cambiar su perspectiva sobre las empresas sin fines de lucro, hoy en día tenemos una posición mucho mayor y estamos directamente relacionadas con la generación de valor económico en los países.
En mi opinión es muy importante profesionalizar la labor social, tenemos que estar convencidos de que hacer una iniciativa sin fines de lucro no está peleado con ser profesionales y entregar resultados.
¿En qué consiste la labor de Educación para compartir?
Nuestra intención es transformar la vida de niños y niñas al hacerlos conscientes de los retos que se enfrentan en el mundo, para que propongan soluciones y se conviertan en agentes de cambio. Todo ello mediante un modelo pedagógico que alude al juego.
¿Cómo llegaste a desempeñarte en un modelo sin fines de lucro?
Tras la universidad estuve varios años en el camino de generar valor económico por generarlo, sin un sentido de desarrollo. Cambié de rumbo tras la muerte de una persona muy cercana. Ahí comprendí que debía sentirme apasionado y orgulloso de mi labor. Llegue como voluntario a Educación para Compartir y me he desarrollado a la par de la institución.
Director general de Educación para Compartir Estudios Estudios
Executive MBA (IPADE) e Ingeniero Industrial por la Universidad Iberoamericana. Ha cursado diplomados en Administración de Proyectos por el ITAM y Finanzas en Columbia Business School. Ocupó puestos directivos en empresas como Santander, CEMEX/Neoris y Grupo TADCO.
Frase favorita
“Para formar mejores ciudadanos se necesitan mejores ciudadanos”
Libro favorito
Outliers, The Story of Success de Malcolm Gladwell
Edad
39
@AbrahamMBarbosa

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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