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Sálvese quien pueda

Sálvese quien pueda
Jorge Ibargüengoitia
Narrativa
Joaquín Mortiz. México. 1993. 162 págs.

Jorge Ibargüengoitia es un tipo raro. Su muy mexicana sensibilidad se entrelaza con un sentido del humor semejante al inglés. El resultado es una literatura encantadora.
Bien pocos son capaces de encontrar en la vida diaria motivo para divertirse, aún menos poseen el talento de plasmar, en tinta, su diversión para los demás. Con Sálvese quien pueda, Ibargüengoitia logra ambas cosas con la naturalidad propia de un maestro del lenguaje.
La obra, reeditada después de 18 años se saborea con una sonrisa incesante y carcajadas intermedias. Su sentido del humor desafía a los afectos a las leperadas y la risa fácil. Bordando sobre su propia vida, el autor se regodea en la narración de lo cotidiano para llevarnos a mundos simples y alegres.
En Las mujeres y los niños primero, el autor se lanza al abordaje del eterno femenino con la sabiduría del hombre que ha renunciado a entender a las mujeres porque ha aprendido que el mejor remedio a su sexto sentido es el sentido común. Una obra maestra que no debería faltar en la cabecera de las «liberadas».
Nada escapa a la infantil mirada de Jorge, el de las añoranzas. Al recorrer el capítulo Niños de antes, las páginas se llenan de recuerdos inocentes y lejanos. Lo que leemos, disfrutamos y añoramos parece narrado por el niño que protagoniza los relatos. Despojado de su adultez, Ibargüengoitia nos hace cómplices de sus aventuras.
Cuidado con los arrecifes es una obra de teatro que, en mi opinión, rompe con el texto del libro. Si quiere leerla, hágalo al final de los otros capítulos y, de preferencia, semanas más tarde. Pareciera ser un intermedio demasiado largo.
Finalmente, Sálvese quien pueda, capítulo con el que termina el libro, recoge narraciones breves, con un denominador común: la risa. Baste un ejemplo que me resulta empático y perfectamente entendible: «Los efectos de madrugar son de muchas índoles, pero todos corrosivos de la personalidad (…). Los que se levantan temprano a fuerzas constituyen un grupo social descontento, en donde se gestarían revoluciones si sus miembros no tuvieran la tendencia a quedarse dormidos». ¡Sabio don Jorge!

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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