Las golosinas secretas
Juan Villoro
Infantil
Colección A la orilla del viento, FCE. México 1995, 39 págs.
Juan Villoro
Infantil
Colección A la orilla del viento, FCE. México 1995, 39 págs.
Siguiendo al pie de la letra con la tradición mexicana de autores de primera que también escriben para niños, Juan Villoro -hasta ayer extraña presencia dentro de la colección del Fondo- nos sorprende con un texto creador de polémica por un lado, y delirantemente divertido por el otro. Si antes fascinó a los lectores mexicanos con El profesor Ziper y la fabulosa guitarra eléctrica (Alfaguara Juvenil) hoy hace de las suyas en Las golosinas secretas. La historia es sencilla: una hermosísima Rosita es presa de las malas artes de la gorda Tencha. Envidiosa ésta de su éxito con Fito, descubre un anuncio televisivo que cambiará sus vidas: el famoso lápiz labial que vuelve a la gente invisible. Dicho y hecho: al pintarse los labios -ritual nocturno que Rosita jamás descuida- éstos desaparecen con su dueña y todo. Más hete aquí que el príncipe Fito se lanzará en su busca gracias a la ayuda del dueño de una tienda de dulces. Sólo él le puede contar como es que Las golosinas secretas le indicarán a Fito el camino a seguir.
Respetando una tradicional estructura de cuento de hadas clásico, Villoro construye esta historia divertida y apasionante que -como todas las de su estilo-no ahorra ni el final feliz ni el castigo para los malvados.
“Entonces Fito se dio cuenta de que había algo tan poderoso como las golosinas secretas. Bastaba con tomar a Rosita de la mano para que el mundo tuviera otros colores”. Relato sencillo, tierno y divertido, hará las delicias de todos aquellos que piensan que la buena literatura no tiene edad.
Respetando una tradicional estructura de cuento de hadas clásico, Villoro construye esta historia divertida y apasionante que -como todas las de su estilo-no ahorra ni el final feliz ni el castigo para los malvados.
“Entonces Fito se dio cuenta de que había algo tan poderoso como las golosinas secretas. Bastaba con tomar a Rosita de la mano para que el mundo tuviera otros colores”. Relato sencillo, tierno y divertido, hará las delicias de todos aquellos que piensan que la buena literatura no tiene edad.