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Fundamentos éticos de la empresa

Fundamentos de ética de empresa es una obra dirigida especialmente a ejecutivos y directivos de organizaciones que pertenecen a los países en vías de desarrollo. Esto no significa conviene indicarlo que exista una ética particular relativa a las naciones del tercer mundo. Significa, simplemente, que el análisis ético de las situaciones más comunes en la empresa, se realiza desde una determinada perspectiva, es decir, tomando en cuenta las repercusiones concretas que se dan en una organización por el hecho de situarse en un país en vías de desarrollo. De ahí que esta obra sea particularmente adecuada para fomentar una cultura ética en las empresas mexicanas.
La premisa esencial de la obra podría expresarse así: los únicos fines verdaderamente valiosos y dignos de ser buscados se refieren a las personas. Si la empresa debe incluir la ética en cada actividad cotidiana, no puede ser más que orientando su comportamiento a la superación y a la realización plena de las personas que la integran.
Para desarrollar esta idea, el autor se enfoca a dos aspectos fundamentales en la ética empresarial:
* Las implicaciones morales de la decisión, tan importante para una organización; ello supone el establecimiento de una teoría ética fundamental basada en dos principios elementales:
1. Actuar éticamente implica siempre actuar con inteligencia, es decir, actuar de acuerdo con la virtud de la prudencia, tal como lo enseña la filosofía clásica.
2. Es preciso tomar en cuenta los intereses de los demás, que finalmente equivale a extender la responsabilidad personal más allá del ámbito limitado de los intereses individuales.
* En segundo lugar, el despliegue entero de las responsabilidades éticas de la empresa, que trasciende el cumplimiento legal y el aumento de las utilidades de los accionistas.
Para decirlo con otras palabras, una ética de la empresa basada en una filosofía de la persona exige estudiar las implicaciones morales de la decisión, y las responsabilidades específicas y concretas de la organización.
En la empresa, el análisis ético de las situaciones concretas supone comprender y usar una serie de conceptos fundamentales, principalmente aquellos que inciden especialmente en la organización: los conceptos de bien, bien instrumental y bien intrínseco, las distintas formas de actuación voluntaria, las diversas clases de normas éticas y los principios éticos fundamentales que posibilitan las decisiones correctas. Fundamentos de ética de empresa
explica detalladamente y mediante ejemplos claros cada uno de estos conceptos, así como los variados matices a considerar en el momento de su aplicación.

EMPRESA RESPONSABLE

Determinar las responsabilidades de la empresa requiere una crítica certera de las posturas que tienden a reducir aquéllas o a dispersarlas. En efecto, algunos sostienen (Milton Friedmann y su escuela) que las responsabilidades de la empresa se limitan al cumplimiento de la ley y al aumento de las utilidades de los accionistas. Otros, en cambio, afirman que la responsabilidad principal de la empresa consiste en equilibrar los intereses de todos sus stakeholders. Una y otra postura resultan insostenibles: de un lado, las obligaciones éticas van más allá de las obligaciones morales y del atender exclusivamente a los accionistas; de otra parte, la principal responsabilidad de la empresa se refiere a sus miembros, esto es, a los gerentes, empleados y accionistas.
Una vez realizada esta crítica, ya es posible discernir las responsabilidades de la empresa y ordenarlas jerárquicamente. Ante todo, la empresa debe cumplir unas responsabilidades que pueden denominarse primarias:
1. No perjudicar a nadie intencionalmente.
1. No llevar a cabo actividades que provoquen efectos colaterales perniciosos, salvo si hay una razón proporcionada para ello.
2. Cumplir la ley.
3. No engañar.
4. Celebrar contratos equitativos y cumplir las obligaciones que de ellos emanen, sobre todo al tratarse de obligaciones con los consumidores, acreedores, proveedores y empleados.
5. Pagar a los accionistas réditos proporcionales al nivel de los riesgos que hayan corrido.
A continuación, se analizan con detalle las relaciones concretas de una empresa responsable. Ante todo, la relación con el cliente, que debe ser de servicio y enriquecimiento. Este modo de enfocar la relación con el cliente sigue un «paradigma de servicio», en oposición a un «paradigma de guerra» (competencia con la clientela, para dominarla y venderle el producto). El paradigma del servicio se observará en el establecimiento de los precios, fabricación de productos, ofrecimiento de servicios y en el diseño y finalidad de la publicidad.
La relación con los empleados debe basarse ante todo en el respeto y atención que merecen los seres humanos, en el cumplimiento de los contratos celebrados, y sobre todo en el trato a los empleados como verdaderos miembros de la empresa, nunca como simples proveedores de mano de obra externos a ella. La visión personalista del autor le permite incluir, dentro de las responsabilidades de la empresa, el diseño de un trabajo que involucre tanto como sea posible las facultades más elevadas de los trabajadores, y ayudar a su desarrollo como seres humanos.
Desde la misma perspectiva, Fundamentos de ética de empresa revisa las diversas responsabilidades de la organización con sus demás miembros: accionistas, acreedores, proveedores, distribuidores y competidores. Los lectores, sobre todo si se trata de directivos y ejecutivos, disponen de una valiosa obra de consulta para localizar problemas éticos que exigen decisiones responsables e inteligentes.
Contra lo que podría pensarse o creerse, la empresa no agota su responsabilidad en la satisfacción de las necesidades y derechos de sus miembros. Tiene también una eminente vocación social que se traduce en diversas responsabilidades. La más importante y fundamental es proveer los productos y servicios que requiere la sociedad. Por otra parte, las empresas deben evitar cooperar en la corrupción, ante todo no colaborando en su extensión, sino más bien combatiéndola. Jamás deben inducir a nadie a tomar una decisión incorrecta, ni aspirar a obtener algo a lo que no tengan derecho. Por último, deben evitar prácticas deleznables, tales como el soborno y los pagos cuestionables.
En la empresa, existen otras responsabilidades éticas con la sociedad. En efecto, todos los ciudadanos, sean individuos u organizaciones, tienen la obligación moral de obedecer la ley y, así, promover el bien de las comunidades a las que pertenecen. Esta búsqueda del bien común puede implicar no seguir o no ampararse en leyes injustas opuestas a una verdad ética.

CLIMA ÉTICO SALUDABLE

La cuestión que el autor aborda a continuación atañe a los medios disponibles para promover estándares éticos en la organización. En efecto, la gerencia de una empresa dispone de varios medios para influir en el clima ético de la misma:
1. Selección cuidadosa de gerentes y consultores.
1. Comunicación frecuente con los miembros de la firma sobre la importancia de preservar y fomentar elevados estándares éticos.
2. Dar ejemplos reiterados desde la cumbre.
3. Ofrecer programas de formación en ética empresarial.
4. Nombrar un ombudsmen en la organización.
5. Efectuar revisiones para verificar el cumplimiento de las normas éticas.
6. Recurrir a consultores externos y preparar un código ético de la compañía.
Juan Manuel Elegido enfatiza la necesidad de elaborar un buen código de ética. Éste debe ser muy específico; para ello, recomienda seleccionar una media docena de temas de gran importancia para la firma, y formular una regulación de los mismos. Es necesario que la persona o grupo que detente el poder real en la empresa esté completamente de acuerdo con las estipulaciones del código. Otra cuestión a tener en cuenta es la implantación del código: se debe crear un órgano corporativo que supervise la forma como se aplica y como se entrena a los directivos y empleados en la comprensión y seguimiento del mismo.
La manera fundamental como las organizaciones pueden inculcar estándares éticos es mediante el proceso cotidiano de tomar decisiones éticas. En efecto, conforme la empresa aprenda a preferir un objetivo en lugar de otro, a comportarse de una manera y no de la contraria, a respetar ciertas normas éticas en lugar de pisotearlas, se moldearán en mayor o menor grado los valores y actitudes predominantes.
El autor consagra una parte importante de su obra al estudio de las responsabilidades individuales del gerente de la empresa. Parte del hecho de que los gerentes ocupan una posición fiduciaria en la organización, es decir, se les confían los activos y los poderes de decisión. Ahora bien, se sobreentiende que esta posición privilegiada debe usarse en beneficio de la empresa, y no en beneficio personal.
El gerente enfrentará constantemente situaciones difíciles en las que, probablemente, surjan conflictos de intereses; es decir, situaciones en las que se oponen, o parecen oponerse, los intereses individuales y los intereses de la organización. Como regla general, el gerente debe evitar colocarse en situaciones de conflictos potenciales.
En el plano personal, el gerente tiene deberes de diligencia, competencia y aprendizaje continuo. Debe obedecer a sus superiores y ser leal con su organización.
A continuación, se estudia cómo armonizar las responsabilidades de la empresa con otra clase de responsabilidades. Por ejemplo, ¿cómo armonizar el deber de lealtad hacia la empresa con el deber de denunciar una conducta inmoral de la misma? La obra reflexiona, además, en el importante tema de las relaciones entre el trabajo y la vida familiar.

COROLARIO

Finalmente, ofrece una serie de consideraciones sobre la ética empresarial concebida desde una perspectiva más amplia. Si bien el autor propone una ética empresarial basada en premisas racionales, sostiene que las enseñanzas religiosas añaden un significado profundo a la ética empresarial, de dos modos principalmente: primero, en tanto que nuestros actos moldean nuestro carácter según nos acerquemos a Dios o nos alejemos de él; segundo, en tanto que todos nuestros actos poseen verdaderamente sentido desde una perspectiva de eternidad.
Es conveniente, por último, comentar respecto al fondo y la forma del libro. Juan Manuel Elegido plantea temas que suponen como preámbulo una antropología filosófica basada en el concepto de la dignidad suprema de la persona. Asimismo, propone dos temas que, en nuestra opinión, constituyen el fundamento de la ética de la empresa: las implicaciones de la acción ética y de la decisión (actuar inteligentemente y actuar tomando en cuenta los intereses de los demás), y el tema de las responsabilidades específicas de la empresa.
Fundamentos de ética de empresa posee la virtud de utilizar un lenguaje sencillo, apto para quienes no son profesionales de la ética de los negocios o de la filosofía práctica, al recurrir frecuentemente a ejemplos que «aterrizan» los conceptos utilizados. Además, al final de cada capítulo, se ofrece un sumario muy bien elaborado que puede ahorrar, en un determinado momento, una lectura que exige gran inversión de tiempo.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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