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Los modelos mentales y el método del caso

¿Cómo captamos los conceptos? ¿Cómo analizamos, procesamos y almacenamos la información? Algunos conceptos sobre el funcionamiento del cerebro humano han adquirido cada vez mayor reconocimiento y resulta útil aplicarlos como modelo para comprender las funciones de aprendizaje, la toma de decisiones y la acción que realizamos los seres humanos, en la mayor parte de las ocasiones de manera casi automática.
Analizar a la luz de estos conceptos el método del caso puede aportar nuevos elementos que contribuyan a abrir horizontes para el estudio y análisis. Reconozco que es temerario escribir sobre el método del caso cuando lo han hecho con autoridad y maestría autores de reconocido prestigio, sin embargo, haberlo analizado a la luz de conceptos diferentes me permite aportar elementos nuevos.

PARADIGMAS O MOLDES PARA INTERPRETAR

Indudablemente, el primer trabajo de investigación que abordó, de manera científica, el tema de los modelos mentales, fue el de Thomas S. Khun. Él descubrió que los hombres de ciencia son incapaces de captar algunos datos que no concuerdan con las teorías previamente aceptadas y, que de esta manera, autolimitan su capacidad para ampliar conocimientos. Ciertos logros científicos son aceptados por la mayor parte de una comunidad y se convierten en lo que él llama paradigmas. Éstos, determinan cuáles problemas y métodos serán aceptados como válidos. Casi nadie se atreve a «ver» más allá de los paradigmas; todos los fenómenos y los hechos son interpretados hasta hacerlos coincidir con ellos. Al respecto, existe una broma entre la gente dedicada a la investigación: si los resultados del experimento no coinciden con la teoría, hay que modificar la realidad.
Lo importante es que todos los seres humanos, no sólo los científicos, funcionamos con base en paradigmas. Determinan las conductas, las verdades y las decisiones. En todas las comunidades, lo «normal» está definido por un conjunto de paradigmas que establecen los límites entre los cuales se tiene que actuar. Cualquier concepto diferente es considerado un disparate.
Peter Senge, describe los modelos mentales como: imágenes internas, profundamente arraigadas acerca de cómo funciona el mundo, que nos limitan a pensar y actuar sólo dentro de lo que se considera aceptado. Su trabajo está orientado a mostrar la influencia de los modelos mentales, en la manera de actuar y decidir de los trabajadores y ejecutivos en una compañía. Establece que si la gente desarrolla los modelos mentales adecuados para diferentes situaciones, estará mejor capacitada entonces para percibir, comprender y tomar decisiones acertadas en los momentos cruciales. Presenta el caso del manejo de escenarios en Royal Dutch/Shell, donde se usaron para generar, en los ejecutivos, modelos mentales correspondientes a diversas situaciones posibles a futuro, de manera que cuando se enfrentaron a alguna de ellas, tenían las ideas necesarias para decidir las acciones convenientes y pudieron sacar provecho de dos crisis petroleras.
Edward de Bono ha estudiado el concepto de los modelos mentales (él les llama esquemas mentales) en el individuo común, y cómo influyen en la vida diaria y en la solución de problemas. Establece que sin un modelo mental adecuado, quedaríamos paralizados ante las situaciones y no seríamos capaces de actuar; con él, en cambio, siempre trataremos de correlacionar los hechos novedosos con alguno de los modelos existentes en nuestra mente y, con base en él, tomaremos las decisiones y definiremos las acciones.
Tanto la parálisis como la utilización de un modelo sustituto podrían ser inadecuadas cuando fuera necesaria una acción determinada y exacta. La gravedad del error dependerá de las circunstancias reales; indudablemente existirá un riesgo. El caso más favorable, será el de contar con modelos adecuados para las diversas situaciones que enfrentamos.

MODELOS MENTALES ¿UN CÍRCULO VICIOSO?

Los modelos mentales son conceptos o cadenas de conceptos que determinan, de manera automática, nuestra interpretación de la realidad y nos encauzan a tomar ciertas decisiones para actuar convenientemente. También podemos combinar y desarrollar nuevos conceptos o maneras de asociarlos y, con ello, completar nuestra comprensión del mundo que nos rodea.
Nuestra vida diaria sería prácticamente imposible si no contáramos con estas rutinas de acción prefabricadas que utilizamos para realizar la mayor parte de las actividades cotidianas: escribir, caminar, manejar, operar nuestra computadora y muchas más. Si todo lo que hacemos tuviésemos que descubrirlo, comprenderlo y razonarlo para decidir las acciones pertinentes, no seríamos capaces de realizar gran cosa durante el día. La parte automática de nuestras reacciones, deja libre nuestra capacidad de hacer cosas diferentes, nuevas y voluntarias. El riesgo estriba en que las reacciones automáticas actúan de manera independiente, de forma que ante un estímulo se disparan acciones o pensamientos que no seremos capaces de evitar.
Por otro lado, sólo seremos capaces de ver aquello que pueda correlacionarse con modelos mentales existentes en nuestra mente; todos los datos que no puedan ser sometidos a este análisis, prácticamente no existirán. Además, la realidad es tan vasta y compleja que no podremos captarla totalmente; nuestra observación estará dirigida hacia ciertos componentes definidos por nuestros modelos mentales existentes. Kuhn establece que: «Lo que un hombre ve, depende de lo que mira y de lo que su experiencia visual y conceptual, le haya enseñado a observar». Einstein decía: «Nuestras teorías determinan lo que vemos». Así, se forma un ciclo que puede ser peligroso: lo que la gente cree, influye en qué es lo que observa, y la versión filtrada de esa realidad, refuerza sus creencias.

APRENDIZAJE CON CASOS

Aplicar en la enseñanza el método del caso permite a los estudiantes entrar en contacto con la «realidad» obtenida a través de una narración, que a pesar de las posibles distorsiones, producto de la inevitable interpretación, es recogida directamente de los hechos y no surge de la imaginación libre, que necesariamente respondería a los conceptos aceptados por los autores. Los casos, si son correctamente documentados, permiten a quien los analiza, ponerse en contacto con una realidad que de otra manera nunca tendría oportunidad de conocer.
Al leer los hechos tal como fueron, el estudiante estará en posibilidad de observar en todas las direcciones que desee y no se encontrará bajo la influencia de los modelos mentales de quien escribe (como sería, por ejemplo, si las historias fuesen inventadas). Por ello, resulta crucial asegurar que quienes elaboren los casos, estén conscientes de la necesidad de mantener una total objetividad en las narraciones para no contaminar, con interpretaciones personales, los datos que deben llegar íntegros a los lectores.
Si no fuera a través de los casos, los estudiantes del área de dirección de empresas, por ejemplo, nunca tendrían la capacidad de conocer tantas realidades y su «experiencia» estaría limitada a los escasos contactos que, de manera directa, pudieran tener con algunas situaciones. El método del caso les permite «ver» hechos y practicar diversas interpretaciones y soluciones, en una gran cantidad de contextos.

EXPLORACIÓN ENRIQUECEDORA

¿Qué persiguen los jugadores de un equipo cuando practican o por qué se realizan simulacros de toda índole? En estos entrenamientos se busca generar en los participantes los modelos mentales, que de presentarse las situaciones estudiadas, les permitan definir rápidamente acciones adecuadas para enfrentarlas. Parecería, según los ejemplos mencionados, que sólo son aplicables a circunstancias donde es urgente la acción. Sin embargo, debe recordarse que la gran mayoría de las acciones diarias de los seres humanos son automáticas.
El estudio de casos equivale a realizar una práctica en una empresa bajo circunstancias reales, de manera que cuando los estudiantes se enfrenten con hechos similares, sean capaces de identificar los verdaderos problemas. Sin los modelos mentales adecuados, tales situaciones no serán percibidas o serán interpretadas de una manera diferente y sus consecuencias serán mal calculadas. No es utópico pensar que, en algunas ocasiones, hechos que en realidad son peligrosamente adversos, pudieran percibirse de forma favorable.
Si el objetivo del método del caso es generar modelos mentales de diversas situaciones existentes en las empresas, entonces, debe procurarse una exploración lo más amplia posible, a fin de permitir a los estudiantes entrar en contacto con una diversidad de interpretaciones. Las empresas, por pequeñas que sean, son universos complejos sujetos, en todos sus ámbitos, a fenómenos multivariables. Una sola interpretación sería la respuesta a un enfoque parcial, influido por algún modelo mental particular, cuya probabilidad de ser verdadero es muy baja. La acumulación de «experiencias» en vez de perjudicar dota, a quienes las enfrentan, con elementos adicionales para percibir y codificar su propia realidad.

CUIDADO CON LA CERTEZA

Una de las trampas más comunes y peligrosas a que nos podemos enfrentar los seres humanos, es la certeza. Resulta de realizar razonamientos lógicos que, al elaborarse con pasos claros y válidos, nos convencen de poseer la verdad y, de acuerdo con la misma lógica, tal verdad sólo puede ser una. Así, el camino del razonamiento nos parece infalible y único, por lo que sentimos que no será posible encontrar otro. Ante la certeza, optamos por tratar de convencer a los demás de algo que es claro y evidente, y en ese esfuerzo rechazamos el acceso a cualquier otra interpretación o argumento. Por ello, resulta extremadamente difícil, para el común de las personas, explorar de manera amplia cualquier tema.
La mejor forma de buscar diversidad en los enfoques, es a través de un trabajo de equipo. Al participar diversas personas en la exploración de una situación, cada quien observará hacia las direcciones que determinen sus propios modelos mentales y verá hechos diferentes a los de sus compañeros. Cada miembro del equipo tendrá acceso a «experimentar» otras vivencias, pero no lo logrará en tanto no se deshaga de su certeza y sea capaz de escuchar realmente lo que otros dicen, y razonar en direcciones diferentes a las que le son familiares.
Para que el aprendizaje sea verdadero y el estudiante adquiera nuevos modelos mentales, el trabajo en equipo debe ser realmente eficaz. Si la discusión es aleatoria y desordenada, y se cambia continuamente de tema sin escuchar y discutir con profundidad, poco será el beneficio. Por ello, la libre manifestación de las opiniones debe ser alternada con etapas en las que todo el equipo dirige sus razonamientos en una sola dirección, de manera que se enriquezcan las ideas en vez de eliminarse por competencia. Las discusiones deben iniciarse cuando se cuente con un acervo de «verdades» lo más amplio posible, y alternarlas con períodos de exploración unánime.
Para que lo anterior sea factible, quizá resulte conveniente enseñar a los estudiantes los mecanismos de los modelos mentales y la manera de manejarlos en su propio beneficio, a fin de permitirles, por medio de la comprensión, flexibilizar sus posturas y abrir su percepción a conceptos que no por ser extraños son incorrectos.

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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