Paradojas de la percepción
Desde hace cuatro décadas, el músico y físico Jean-Claude Risset desarrolla las posibilidades de la síntesis y tratamiento numérico de los sonidos e investiga las características de la percepción auditiva.
«Mi trabajo científico sobre la síntesis de los sonidos y la percepción me ha aportado nuevas posibilidades de composición. Y mi actividad de músico me ha planteado estimulantes problemas en mis investigaciones».
A principios de los años 60, Mathews, John Pierce y Newman Guttman «fabricaron» sonidos con computadoras en los laboratorios Bell de Murray Hill, donde una máquina gigante y algunos programas modulares concebidos por Mathews, permitieron sacar partido de la codificación numérica para producir lo «increíble». En 1965 Risset, al trabajar en la relación espectro-intensidad, consiguió simular la trompeta, descubrimiento que los especialistas acogieron con interés.
La computadora permite también analizar la escucha de los sonidos creados y la relación entre los sonidos elaborados y los percibidos. ¿Por qué ciertas imitaciones de instrumentos son poco creíbles? Para fabricar sonidos de síntesis, se le da a la computadora una descripción numérica precisa que se traduce en sonidos, sin embargo, aunque ciertos sonidos sean muy simples, no suenan como se esperaba.
Al analizar las particularidades de la percepción, el Risset físico permitió al Risset compositor, conseguir «sonidos paradójicos» e «ilusiones auditivas», construcciones que parecen desafiar el sentido común. Así dio forma en 1968 a Little Boy, obra de Pierre Halet, que reconstituye el bombardeo de Hiroshima y se considera la primera «gran obra» enteramente sintetizada por computadora.
Estas investigaciones sobre el sonido implican la pluridisciplinaridad. Si Risset hubiera abandonado el arte o la investigación, seguro la música habría ganado, pero sin duda, no sería la misma.
Revista de la investigación europea (V/04)