La tentanción de lo imposible
Mario Vargas Llosa
Ensayo
Alfaguara. Madrid, 2004. 223 págs.
Mario Vargas Llosa
Ensayo
Alfaguara. Madrid, 2004. 223 págs.
En la primavera del año pasado, Vargas Llosa dictó un curso sobre Victor Hugo y Los miserables en Oxford. Alfaguara presenta la versión amplia del texto, alumbrado por la calidad del ensayista.
El peruano se demora con inteligencia en las vicisitudes psicológicas de Victor Hugo, el divino estenógrafo, y de los principales personajes de Los miserables –«la más grande de todas las novelas» (Tolstoi dixit). Ésta es la última novela clásica, donde el omnisciente narrador-Dios muestra y vela a capricho los recodos de la trama, a diferencia de Madame Bovary, una novela moderna, aunque se publicara pocos años antes.
La tentación de lo imposible presenta uno de los más elegantes rostros de Vargas Llosa: frases largas que se leen con agilidad marina, el vértice de cada párrafo encaja milimétricamente con el anterior y el siguiente, una temática gimnásticamente balanceada, un vocabulario fresco, estimulante; incluso las digresiones son chispas que saltan para encender sugerencias.
El volumen ofrece la posibilidad de releer desde otro resquicio a Hugo, y de conocer mejor su obra, la de Vargas Llosa mismo y, en fin, a nosotros mismos, tan electrizada como está (no podía ser de otra manera) por la condición humana: «Este libro no es otra cosa que una protesta contra lo inexorable» (Victor Hugo sobre Los miserables).
Enrique G. de la G.
El peruano se demora con inteligencia en las vicisitudes psicológicas de Victor Hugo, el divino estenógrafo, y de los principales personajes de Los miserables –«la más grande de todas las novelas» (Tolstoi dixit). Ésta es la última novela clásica, donde el omnisciente narrador-Dios muestra y vela a capricho los recodos de la trama, a diferencia de Madame Bovary, una novela moderna, aunque se publicara pocos años antes.
La tentación de lo imposible presenta uno de los más elegantes rostros de Vargas Llosa: frases largas que se leen con agilidad marina, el vértice de cada párrafo encaja milimétricamente con el anterior y el siguiente, una temática gimnásticamente balanceada, un vocabulario fresco, estimulante; incluso las digresiones son chispas que saltan para encender sugerencias.
El volumen ofrece la posibilidad de releer desde otro resquicio a Hugo, y de conocer mejor su obra, la de Vargas Llosa mismo y, en fin, a nosotros mismos, tan electrizada como está (no podía ser de otra manera) por la condición humana: «Este libro no es otra cosa que una protesta contra lo inexorable» (Victor Hugo sobre Los miserables).
Enrique G. de la G.