Victoria
Eugenia Aguirre
Novela
Joaquín Mortiz. México, 2005. 605 pags.
Eugenia Aguirre
Novela
Joaquín Mortiz. México, 2005. 605 pags.
Victoria nace de la pluma de Eugenio Aguirre, Premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares (1986).
El relato novelado cuenta la independencia de México desde la perspectiva de Guadalupe Victo-ria. El personaje no deja escapar detalle sobre la lucha de los insurgentes. Aguirre, hace gala de un lenguaje sorprendente, muy preciso en la utilización de los términos más que en el rigor de la forma. Construye la personalidad de Victoria, quien desde el Cofre de Perote narra cada vicisitud de su lucha, con la reflexión que la agonía dota a cada pensamiento.
Los capítulos cortos agilizan la lectura, evitan que se pierda la no-ción de quién narra y salvan al lector del tedio que por momentos provoca la ausencia de guiones de diálogo. Don Guadalupe deja escapar datos biográficos, a veces con la amenidad del tono anecdótico, otras de manera más o menos forzada, en tono más académico que novelesco.
Sólo una objeción, el lenguaje burdo y soez inherente a la jerga militar que aparece de vez en vez, puede resultar nauseabundo. Pese a ello, Victoria, escrito por una destacada pluma, se suma al conjunto de literatura mexicana muy recomendable para los amantes de la historia de México.
El relato novelado cuenta la independencia de México desde la perspectiva de Guadalupe Victo-ria. El personaje no deja escapar detalle sobre la lucha de los insurgentes. Aguirre, hace gala de un lenguaje sorprendente, muy preciso en la utilización de los términos más que en el rigor de la forma. Construye la personalidad de Victoria, quien desde el Cofre de Perote narra cada vicisitud de su lucha, con la reflexión que la agonía dota a cada pensamiento.
Los capítulos cortos agilizan la lectura, evitan que se pierda la no-ción de quién narra y salvan al lector del tedio que por momentos provoca la ausencia de guiones de diálogo. Don Guadalupe deja escapar datos biográficos, a veces con la amenidad del tono anecdótico, otras de manera más o menos forzada, en tono más académico que novelesco.
Sólo una objeción, el lenguaje burdo y soez inherente a la jerga militar que aparece de vez en vez, puede resultar nauseabundo. Pese a ello, Victoria, escrito por una destacada pluma, se suma al conjunto de literatura mexicana muy recomendable para los amantes de la historia de México.
