Minificciones palindromáticas
Óscar René Cruz
Publicaciones Cruz O. México, 2006. 209 págs.
Óscar René Cruz
Publicaciones Cruz O. México, 2006. 209 págs.
La literatura de ida y vuelta no es cualquier juego. En los palíndromos de Óscar René Cruz las palabras van y vienen astutamente; filósofos y escritores reconocidos, personajes mitológicos y de la Historia desfilan entre sus líneas calándose un traje minimalista y de ficción.
El palíndromo es, como dice Lauro Zavala, un texto «con un espejo de doble cara exactamente a la mitad». Es una «carrera de vuelta» que invita al espectador curioso a su lectura en ambas direcciones para envolverlo en el juego de la perfecta simetría. Cruz no es un principiante en el género, es su tercera entrega y, sin duda, refleja la madurez de la experiencia. Sorprende la habilidad con que lanza al aire las letras para luego atraparlas una a una y ponerlas en su preciso lugar.
«Dábale arroz a la zorra el abad» reza un conocido palíndromo de nuestra lengua. Cruz lo retoma, lo observa, lo examina y luego con una vuelta de tuerca un tanto culterana responde: «Arroz dábale Díaz a Zaid el abad. Zorra». Sus palíndromos están no sólo bien hechos, sino también llenos de ironía y buen humor.
La mejor forma de apreciar su dificultad es intentarlo uno mismo. Reto al lector a hacerlo para luego disfrutar apoltronado la lectura de este ejemplar.
El palíndromo es, como dice Lauro Zavala, un texto «con un espejo de doble cara exactamente a la mitad». Es una «carrera de vuelta» que invita al espectador curioso a su lectura en ambas direcciones para envolverlo en el juego de la perfecta simetría. Cruz no es un principiante en el género, es su tercera entrega y, sin duda, refleja la madurez de la experiencia. Sorprende la habilidad con que lanza al aire las letras para luego atraparlas una a una y ponerlas en su preciso lugar.
«Dábale arroz a la zorra el abad» reza un conocido palíndromo de nuestra lengua. Cruz lo retoma, lo observa, lo examina y luego con una vuelta de tuerca un tanto culterana responde: «Arroz dábale Díaz a Zaid el abad. Zorra». Sus palíndromos están no sólo bien hechos, sino también llenos de ironía y buen humor.
La mejor forma de apreciar su dificultad es intentarlo uno mismo. Reto al lector a hacerlo para luego disfrutar apoltronado la lectura de este ejemplar.
