Empresas y países llaman nuevamente a trabajar a los jubilados
En 1977 un grupo de 25 personas de la tercera edad fundó Jeeba (anciano y anciana), una empresa japonesa que lleva el lema «De la Tercera Edad, por la Tercera Edad y para la Tercera Edad». Sólo contratan adultos mayores y fabrican artículos especialmente diseñados para ese sector (tinas, baños, ascensores).
Gracias al auge demográfico de posguerra, cada vez son más los ancianos sanos y longevos que llegan a la edad del retiro en cantidades sin precedentes a lo largo de todo el mundo desarrollado.
Las reducidas tasas de natalidad de esos países evidencian que existen cada vez menos trabajadores jóvenes para tomar sus lugares. Las posibles consecuencias para las economías industrializadas son claras: fuerza de trabajo reducida, gastos elevados de salud y sistemas de pensiones colapsados.
En EUA un tercio de ancianos recién retirados buscan una nueva carrera. Y según una encuesta hecha por AARP (grupo líder de cabildeo y defensa de ciudadanos de la tercera edad), la mitad de los estadounidenses en edad laboral actualmente espera trabajar hasta más allá de los 70 años, ya sea por necesidades económicas o por elección. En Japón, 78% de la generación de posguerra asegura que planea trabajar más allá del retiro oficial a los 60 años.
La descarada discriminación contra los trabajadores más viejos se está eliminando en muchas empresas. Para asegurarse de que sus trabajadores más viejos se mantengan productivos y sanos por mayor tiempo, Ford Europa ha fortalecido la asesoría de salud y ha introducido la producción «ergonómica». Esto significa que los trabajadores ya no necesitan subir en los coches que cuelgan de cintas transportadoras, sino que se paran en plataformas que adaptan convenientemente la altura de los autos para un mejor alcance.
Contrariamente a los estereotipos aún vigentes, existe poca evidencia contundente que sugiera que las empresas no pueden seguir siendo competitivas con una porción mayor de trabajadores más viejos. Cuando Netto, la cadena de supermercados danesa, estableció tres tiendas de «viejitos», en las que al menos la mitad del personal tiene más de 50 años, disminuyó el ausentismo y aumentó la satisfacción de los clientes.
Newsweekespañol (07/2006)