La bobe
Sabina Berman
Novela
FCE. México, 2006. 104 págs.
Sabina Berman es, quizá, la dramaturga mexicana más destacada de las últimas décadas. Aunque sus guiones suelen inclinarse hacia la crítica social, en este relato deja la tragicomedia para ofrecernos una historia conmovedora y sin pretensiones.
La protagonista de esta historia es una niña, casi adolescente, quien nos relata su relación con su abuela materna. Podría tratarse de un diario, un recuento de hechos, o un discurso pronunciado en un diván. La historia transcurre en la Ciudad de México, en la década de los sesenta. Rayando en el costumbrismo, describe la colonia Hipódromo Condesa, la moda juvenil y las prácticas de algunos grupos autodenominados rebeldes. Nos muestra también algunas tradiciones de la comunidad judía. En la memoria de la protagonista repasamos las convenciones sociales, la vida de los exiliados, el descubrimiento de la divinidad y ese difuso momento en el que llegamos a ser más altos que nuestros mayores. Padecemos con esa abuela tan humana la rebeldía de las nuevas generaciones, los errores en la educación de los propios hijos, el sentir que la muerte es una realidad cada vez más cercana. Al leer La bobe no podemos sino reconocer la exquisita prosa de la que Sabina Berman es capaz.
Sabina Berman
Novela
FCE. México, 2006. 104 págs.
Sabina Berman es, quizá, la dramaturga mexicana más destacada de las últimas décadas. Aunque sus guiones suelen inclinarse hacia la crítica social, en este relato deja la tragicomedia para ofrecernos una historia conmovedora y sin pretensiones.
La protagonista de esta historia es una niña, casi adolescente, quien nos relata su relación con su abuela materna. Podría tratarse de un diario, un recuento de hechos, o un discurso pronunciado en un diván. La historia transcurre en la Ciudad de México, en la década de los sesenta. Rayando en el costumbrismo, describe la colonia Hipódromo Condesa, la moda juvenil y las prácticas de algunos grupos autodenominados rebeldes. Nos muestra también algunas tradiciones de la comunidad judía. En la memoria de la protagonista repasamos las convenciones sociales, la vida de los exiliados, el descubrimiento de la divinidad y ese difuso momento en el que llegamos a ser más altos que nuestros mayores. Padecemos con esa abuela tan humana la rebeldía de las nuevas generaciones, los errores en la educación de los propios hijos, el sentir que la muerte es una realidad cada vez más cercana. Al leer La bobe no podemos sino reconocer la exquisita prosa de la que Sabina Berman es capaz.
