MIRA SI YO TE QUERRÉ
Luis Leante
Novela
Alfaguara.
Luis Leante
Novela
Alfaguara.
México, 2007.
320 págs.
Salido de quién sabe dónde, Luis Leante tomó por asalto la escena de la literatura actual. Acaba de ganar el premio Alfaguara de novela con un relato de esos que sacuden la entraña y quitan el sueño.
Mira si yo te querré es un lamento y una promesa incumplida. Es una novela para quienes aún no sucumben a la narrativa encumbrada, que exige conocimientos periféricos y parece más un ensayo erudito que una historia.
Leante no pide, da. Y da a manos llenas con este relato. Se trata de una mujer, médico, que a sus 50 años viaja al África occidental tras el hombre que marcó su corazón desde el día cuando se conocieron. Una nochevieja, mientras cubre su turno de guardia en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Montserrat Cambra se da de bruces con quien pensaba había desaparecido para siempre.
De Barcelona a la última colonia española del Sahara, la novela transcurre sobre el estribillo de una canción de legionarios -de la que toma el título- y la prosa casi perfecta de Leante, quien nos muestra la soledad en estado puro, la asfixia del aire hirviente y la impotencia que, a veces, provoca el amor.
Mira si yo te querré es un lamento y una promesa incumplida. Es una novela para quienes aún no sucumben a la narrativa encumbrada, que exige conocimientos periféricos y parece más un ensayo erudito que una historia.
Leante no pide, da. Y da a manos llenas con este relato. Se trata de una mujer, médico, que a sus 50 años viaja al África occidental tras el hombre que marcó su corazón desde el día cuando se conocieron. Una nochevieja, mientras cubre su turno de guardia en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Montserrat Cambra se da de bruces con quien pensaba había desaparecido para siempre.
De Barcelona a la última colonia española del Sahara, la novela transcurre sobre el estribillo de una canción de legionarios -de la que toma el título- y la prosa casi perfecta de Leante, quien nos muestra la soledad en estado puro, la asfixia del aire hirviente y la impotencia que, a veces, provoca el amor.
