DIEZ (POSIBLES) RAZONESPARA LA TRISTEZA DEL PENSAMIENTO
George Steiner
Ensayo
FCE – Siruela. México, 2007. 84 págs.
George Steiner
Ensayo
FCE – Siruela. México, 2007. 84 págs.
«Schelling, entre otros, atribuye a la existencia humana una tristeza fundamental, ineludible. Esta tristeza ?matiza Steiner? proporciona el oscuro fundamento en que se apoyan la conciencia y el conocimiento». Este es un ensayo peculiar, y todo él se desprende de dicha idea original. Siguiendo su trazo, asistimos a una defensa del pensamiento constatando su fragilidad, vulnerabilidad y soledad.
¿Puede haber algo más solitario que un sujeto pensando? La respuesta para el autor es un no categórico. La condición eremita del pensamiento congrega a los seres humanos, y sin embargo, esta es una de las (posibles) razones para la tristeza del pensamiento. Como ella, otras tantas son un consuelo para seguir pensando, un aliciente ante los juegos y paranoias del ejercicio intelectual.
El tono es lírico, el rigor no es su objetivo, en todo caso lo es su esfuerzo de comprensión y camaradería. De pensamiento está ocupado el hombre, y toda ocupación tiene rastro de tristeza o soledad. Si seguimos a Simone Weil, añadiríamos que sólo algunos momentos milagrosos ensanchan ese horizonte, como en el amor. Leemos entonces a un Steiner, ciertamente menos agudo pero también menos triste por ser mensajero de la tristeza del pensamiento.
¿Puede haber algo más solitario que un sujeto pensando? La respuesta para el autor es un no categórico. La condición eremita del pensamiento congrega a los seres humanos, y sin embargo, esta es una de las (posibles) razones para la tristeza del pensamiento. Como ella, otras tantas son un consuelo para seguir pensando, un aliciente ante los juegos y paranoias del ejercicio intelectual.
El tono es lírico, el rigor no es su objetivo, en todo caso lo es su esfuerzo de comprensión y camaradería. De pensamiento está ocupado el hombre, y toda ocupación tiene rastro de tristeza o soledad. Si seguimos a Simone Weil, añadiríamos que sólo algunos momentos milagrosos ensanchan ese horizonte, como en el amor. Leemos entonces a un Steiner, ciertamente menos agudo pero también menos triste por ser mensajero de la tristeza del pensamiento.