EL ENCUENTRO CON EL OTRO
Ryszard Kapuscinski
Ensayo
Anagrama. Barcelona, 2007. 98 págs.
Ryszard Kapuscinski
Ensayo
Anagrama. Barcelona, 2007. 98 págs.
En las conferencias que conforman El encuentro con el Otro, Ryszard Kapuscinski reflexiona sobre el encuentro del hombre con su semejante, aquello que para él constituye «la experiencia básica y universal de nuestra especie».
Kapuscinski lleva a cabo la gran síntesis: emprende una retrospectiva histórica que señalará las épocas fundamentales para la evolución del pensamiento sobre el Otro (la antigua Grecia, la Ilustración, la filosofía dialoguista del siglo XX) y los pensadores que influyeron en ello, a partir de quienes desarrollará su teoría del espejo: el Otro es el reflejo del Yo; la vía para conocerme a mí mismo. Somos responsables el uno del otro porque de nuestro encuentro depende alcanzar el Bien. Más aún: acercarnos a Dios.
Para Kapuscinski, cada persona encierra dos: aquella en su calidad de especie humana y la determinada por su cultura y limitada por su lengua. Y es eso precisamente: aprender a conciliar. ¿Cómo? Mediante el diálogo, la apertura y la cooperación. «Dejamos de temer aquello que hemos aprendido a entender» escribió Marie Curie, y ahora Kapuscinski lo extiende: «la buena disposición hacia otro ser humano es esa única base que puede hacer vibrar en él la cuerda de la humanidad».
Andrés del Arenal
Kapuscinski lleva a cabo la gran síntesis: emprende una retrospectiva histórica que señalará las épocas fundamentales para la evolución del pensamiento sobre el Otro (la antigua Grecia, la Ilustración, la filosofía dialoguista del siglo XX) y los pensadores que influyeron en ello, a partir de quienes desarrollará su teoría del espejo: el Otro es el reflejo del Yo; la vía para conocerme a mí mismo. Somos responsables el uno del otro porque de nuestro encuentro depende alcanzar el Bien. Más aún: acercarnos a Dios.
Para Kapuscinski, cada persona encierra dos: aquella en su calidad de especie humana y la determinada por su cultura y limitada por su lengua. Y es eso precisamente: aprender a conciliar. ¿Cómo? Mediante el diálogo, la apertura y la cooperación. «Dejamos de temer aquello que hemos aprendido a entender» escribió Marie Curie, y ahora Kapuscinski lo extiende: «la buena disposición hacia otro ser humano es esa única base que puede hacer vibrar en él la cuerda de la humanidad».
Andrés del Arenal
