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Hombre o mujer: ¿Quién es mejor líder?

Estudio del Pew Research Center.
La mayoría de los estadounidenses opina que las mujeres tienen todo lo que se necesita para ser líderes políticos: honestidad, inteligencia y muchas otras características valiosas en un dirigente. El público las califica como superiores a los hombres de acuerdo a la encuesta nacional de tendencias sociales y demográficas realizada por el Banco de Investigación Central.

¿QUÉ FRENA A LAS MUJERES?
6% de los encuestados –de un total de 2 mil 250 adultos– considera que las mujeres son mejores líderes políticos que los hombres. Uno de cada cinco –21%– juzga que los hombres son mejores, mientras 69% piensa que tanto hombres como mujeres son igualmente aptos.
La paradoja encubierta en los resultados de esta encuesta es parte de otra paradoja que esconde la sociedad  moderna acerca del género y el liderazgo. Las mujeres han logrado grandes avances en cuanto a educación y participación laboral, y aun así, relativamente pocas emprenden el viaje hacia los niveles más altos de liderazgo corporativo o político.
En la encuesta, el público aduce la discriminación sexual, la resistencia al cambio y el egoísmo del «club masculino» como razones suficientes para la relativa escasez de mujeres al mando. En menor cantidad, los encuestados cavilan que las responsabilidades familiares de las mujeres y su falta de experiencia las frenan para conseguir los rangos políticos y de negocio más altos.
Los encuestados no piensan que las mujeres carezcan intrínsecamente de lo necesario para ser líderes. Al contrario, en siete de ocho rasgos medidos, el público las califica como iguales o mejores que los hombres.
La mitad de los adultos interrogados indicó que las mujeres son más honestas que los hombres, sólo uno de cada cinco apostó por ellos, el resto piensa que no hay diferencia entre géneros. De acuerdo a los encuestados, la honestidad es el rasgo más importante para el liderazgo.
El segundo punto más relevante para el público es la inteligencia. Una vez más, las mujeres sobrepasan a los hombres con 38%, pero para 14% es al revés. El resto anula la diferencia entre sexos.
Hombres y mujeres empatan si de trabajo duro y ambición hablamos. Los hombres prevalecen sobre ellas en cuanto a poder de decisión –su única «victoria» en un total de ocho rasgos– 44% asegura que los hombres son más decididos que las mujeres, en contraposición a 33% que piensa lo contrario.

ELLAS POR DELANTE

Finalmente, las mujeres superan a los hombres en los últimos tres rasgos en el ranking público: compasión, 80% a 5%; extroversión, 47% a 28%; y creatividad, 62% a 11%.
El marcador es claro, las mujeres ganan a los hombres cinco a uno, junto con dos empates, en ocho rasgos. Dos tercios del público afirman que ellas son esenciales para el liderazgo.
Hombres y mujeres comparten casi todos los puntos evaluados, aunque los márgenes reflejan más pro-mujer entre las encuestadas que entre los encuestados.
La encuesta también evaluó si los hombres o las mujeres en oficinas públicas son mejores manejando un rango de asuntos políticos y/o empresariales y su desempeño al enfrentar diferentes desafíos. Las mujeres también fueron juzgadas como mejores al tratar asuntos sociales: salud y educación.
En cambio, los varones tienen una amplia ventaja sobre las mujeres en cuanto al manejo del crimen, la seguridad pública, la defensa y la seguridad nacional.
En cuanto al desempeño en el trabajo, las mujeres recibieron mejores votos que los hombres en todas las características medidas: representar sus intereses frente a la presión política, capacidad de resolver compromisos, mantener un gobierno honesto y representar los intereses de «gente como tú».

SI ES «MEJOR»

¿POR QUÉ PIERDE EL PARTIDO?
Las mujeres surgen de esta encuesta como un equipo deportivo que posee mejores estadísticas pero que pierde el partido –sólo 6% del público opina que las mujeres son mejores líderes políticos que los hombres.
El hecho de que la mayoría de los encuestados (69%) especule que mujeres y hombres son igual de buenos líderes políticos es, en sí misma, una prueba de los profundos cambios del rol de la mujer en la sociedad, como ha sucedido en décadas pasadas.
Las mujeres conforman 57% del alumnado universitario, casi la mitad de todas las escuelas médicas y de derecho y más del 40% de estudiantes que obtienen posgrados en negocios. Representan 46% del sector privado de mano de obra y 38% de los directores.
Aún así, son minoría en los rangos más altos de la escalera corporativa y política. Conforman tan sólo 2% de los CEO de las 500 compañías Fortune en Estados Unidos.
En cuanto a política, 17% de todos los miembros de la casa representativa del país es mujer; 16% de los senadores; 16% de los gobernadores y 24% de los legisladores estatales. Internacionalmente, Estados Unidos se clasifica en un rango medio –85 del mundo– en cuanto a la población femenina en la casa menor de su cuerpo legislativo nacional.
Cuestionados sobre las razones de este pequeño avance hacia la paridad de género en las altas esferas políticas, prácticamente la mitad de los encuestados –51%– expresaron que la razón más importante de la falta de mujeres en la política se debe a que los norteamericanos no están preparados para elegir a una mujer si de cargos altos se trata; 43% dijo que la razón principal radica en que las mujeres políticamente activas son obstaculizadas por los hombres; y 38% supone que las mujeres sufren de discriminación en todos los aspectos de la sociedad, incluyendo la política. Estas son las tres opciones más prevalentes dentro de las siete posibles explicaciones presentadas en la encuesta.

EL VIEJO INTENTO DE CONCILIAR TRABAJO-FAMILIA

La siguiente razón que los encuestados eligieron fue la presión temporal que acompaña al intento de balancear el trabajo y la familia; 27% dijo que esta es una causa primordial al respecto de la escasez de líderes políticos femeninos. 26% señaló que las mujeres no tienen la experiencia necesaria para ocupar un puesto alto. 16% opina que no son tan buenos líderes como los hombres, y 14% que no tienen el suficiente carácter para la política.

LOS RASGOS NEGATIVOS TAMBIÉN PESAN

Estereotipos negativos de género: Además de preguntar al público sobre las ocho características importantes del liderazgo, se sondearon cuatro rasgos negativos. Por un desequilibrado margen, 85% de los encuestados opina que las mujeres son el sexo emocional, y una de cada dos personas (52%), expresó que también son las más manipuladoras. Por otro lado, para 70% de los encuestados los varones son más arrogantes; y para 46% son más testarudos, en contraposición a 32% que piensa lo contrario.
Solidaridad de géneros: las mujeres se ven a sí mismas bajo una luz más favorable de lo que los hombres las ven. Asimismo, los hombres se ven a sí mismos mejor de lo que ellas los observan. Sin embargo, para ellos, la solidaridad de géneros es más estrecha.
De 12 rasgos disponibles, solamente favorecen a su sexo en cinco –poder de decisión, trabajo duro, ambición, falta de emotividad, no ser manipuladores– y califican como mejores a las mujeres en siete –honestidad, inteligencia, compasión, creatividad, extroversión, testarudez y arrogancia. En contraste, las mujeres se aprecian como más emocionales y manipuladoras que los hombres y mejores en los diez rasgos restantes.
Doblemente difícil, a mitad del camino: Las quejas feministas al respecto del doble esfuerzo que las mujeres hacen para llegar a la mitad de lo que un hombre llega con facilidad, encuentran apoyo estadístico en esta encuesta, al menos en cuanto a la evaluación del liderazgo.
Los encuestados que califican a los hombres mejor que a las mujeres en los rasgos importantes del carácter, tienen una tendencia mayor de asegurar que ellos son mejores líderes políticos. Pero los que califican mejor a las mujeres en estas mismas características, tienen tan solo una mínima tendencia a juzgarlas como mejores líderes políticos.

EN UN MUNDO DE HOMBRES

A razón de dos a uno, los norteamericanos señalan que los hombres tienen mejor estilo de vida en su país que las mujeres. Esta opinión no es tan común como hace 15 años, cuando el público decía a razón de dos a tres, que los hombres tenían mejor estilo de vida. Sin embargo, hace mucho más tiempo atrás, la actitud era muy diferente. En 1972, durante los primeros días de la revolución moderna de los sexos, una pequeña porción mayor de adultos decía que las mujeres tenían un mejor estilo de vida que los hombres.

DIFERENCIAS GENERACIONALES

Por su parte, las mujeres mayores se inclinan más que las jóvenes hacia la necesidad de un cambio social que asegure la igualdad de derechos entre géneros. Siete de cada diez mujeres de 50 o más, opina que un cambio mayor es necesario. Veredicto compartido por 53% de mujeres entre 18 y 29 años. Al mismo tiempo, las chicas jóvenes y de edad media se inclinan a pensar que los hombres tienen un mejor estilo de vida en su país.

DISCRIMINACIÓN E IGUALDAD DE DERECHOS

La mayoría de adultos, 57%, dice que la nación necesita continuar con cambios para dar a las mujeres igualdad de derechos. Una mayoría similar, 54%, indica que la discriminación contra la mujer es un asunto serio en el país.
1 http://pewsocialtrends.org/pubs/708/gender-leadership

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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