La raza cósmica
José Vasconcelos
Porría. México, 1992.
200 págs.
Lectura indispensable de toda persona culta en ambos lados del Atlántico, es el ensayo pionero: La raza cósmica, misión de la raza iberoamericana (1925). El autor: José Vasconcelos (1882-1959), gigante intelectual, cuya obra es imposible de apresar en el espacio limitado de una reseña. Baste señalar que fue un destacado filósofo, educador, político, cumbre de los intelectuales del Ateneo de la juventud.
Vasconcelos resucita en nuestro país la noción de que la educación moderna, basada en la libertad de pensamiento y de cátedra, es el vehículo de acceso a la esfera del auténtico progreso. La misión de los ateneístas era un cambio en la percepción eurocentrista del porfiriato que despreciaba las raíces indígenas de la cultura nacional, disfrazando el mestizaje mediante la adopción de modas y modos de pensar europeos.
En La raza cósmica, Vasconcelos reta abiertamente estas posturas positivistas y el racismo en un intento filosófico de demostrar cómo nuestras culturas iberoamericanas constituyen una opción de nuevo liderazgo cultural. Nuestro mestizaje o «raza de bronce» es un referente diferenciador que nos otorga poder y sabidurías que nos elevan; por ello, no debemos seguir en servidumbre política o intelectual ante Europa o la América anglo-sajona: «[la] conclusión más optimista que se puede derivar (…) es que aun los mestizajes más contradictorios pueden resolverse benéficamente siempre que el factor espiritual contribuya a levantarlo».
Las palabras resuenan como si fueran escritas ayer: «nosotros los españoles, por la sangre, o por la cultura, a la hora de nuestra emancipación comenzamos por renegar de nuestras tradiciones; rompimos con el pasado. (…) perder (…) el sentido histórico de una raza equivale a un absurdo, es lo mismo que negar a los padres fuertes y sabios cuando somos nosotros mismos (…) los culpables de la decadencia».
El resumen de este texto seminal se encuentra en el lema de la Universidad Nacional Autónoma de México: «Por mi Raza, hablará el Espíritu», compuesto por Vasconcelos cuando fuera rector de esta institución.
Irma González Pelayo
