Muriel Barbery
Seix Barral. Barcelona, 2010
367 págs.
Paloma es una niña superdotada de 12 años que decide poner fecha de caducidad a su existencia al no entender el mundo en el que vive. En el mismo edificio, en el número 7 de la calle Grenelle en París, vive Reneé Michel, la portera, una señora de 54 años con algo especial. Ambas esconden un secreto, pero la llegada de Kakuro, un japonés que las enfrenta con «lo otro», propiciará un hermoso encuentro con la belleza de las pequeñas cosas.
Muriel Barbery nos enseña que es posible sobrevivir gracias a la amistad, el amor y el arte. Pero La elegancia del erizo no es el relato de acciones heroicas, mucho menos de salvadores inesperados y frases cursis sobre la alegría de vivir. Es una novela que coquetea con el ensayo y que, en más de una página, nos hará reflexionar sobre lo que significa estar aquí, ahora, en este tiempo, con estas circunstancias, con nuestro imaginario occidental, con nuestros demonios y secretos. Y por si fuera poco, resulta también una obra optimista que celebra los placeres pequeños, las buenas compañías, la lealtad y la sencillez de las personas. Así como los sentimientos más nobles del ser humano regresándoles su dignidad.