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Haga lo que haga me siento un traidor

Recién egresé de la universidad, una empresa dedicada al transporte urgente, me contrató para el departamento de contabilidad donde coincidí con Eduardo, el padre de Rodrigo, mi mejor amigo.
Al poco tiempo, el director me felicitó por mi desempeño y me propuso, en confianza y solicitando absoluta discreción, un puesto de mayor responsabilidad que habré de ganarme con esfuerzo, pero resulta que ése es el puesto que desempeña Eduardo. El jefe argumenta que por su edad, no trabaja al mismo ritmo que antes, pero mi percepción es muy diferente, sé que no hay química entre ellos y por eso quiere sustituirlo. No encuentro qué hacer, podría hablar con Rodrigo o incluso, directamente con Eduardo, pero faltando a la confianza del director. Haga lo que haga, o, aunque no haga nada, me siento casi un traidor sin deberla ni temerla. Me interesa mucho este trabajo y más aún el posible puesto. ¿Renuncio o me la juego a costa de la amistad?
Los asesores sugieren:
1 Renunciar no creo que venga a cuento para nada. No arregla nada ni mejora en absoluto las cosas. Sin duda estás trabajando bien y tu promoción no es una traición a nadie. Has logrado la confianza del director y también has logrado hacer un análisis de la situación interna de la empresa que tu visión nueva ha permitido sin la afectación emocional o «química» que denuncias. Ahora, ¿qué te podrías proponer?
Me parece que hablar con Eduardo o con Rodrigo no sería atinado, sólo lograrías crear mayor conflicto en la ya tensa situación interna defraudando además la confianza del director y difícilmente se lograría revertir su decisión. Tal vez podrías conseguir tiempo para Eduardo e intentar mejorar la relación con el director, completando la visión que se tiene de él y de su trabajo que, según dices está subvalorado.
También te podrías plantear ya estando tú en el nuevo puesto, cómo lograr incluir a Eduardo en el organigrama final de la empresa aprovechando así su experiencia, si esto es posible. O al menos lograr su justo despido o su contratación eventual como consultor. Haciendo esto me parece que honras tu amistad con Rodrigo.

Armando Reygadas

Abogado especialista en Ética de Empresa

 
2 Estimado egresado, hay que tomar en cuenta diversas variables para tomar la decisión. 1) Muchas veces nuestras acciones u omisiones tienen un doble efecto. El efecto positivo que buscamos y uno negativo derivado de la misma acción. En este caso, el positivo es lograr un mejor puesto y el efecto negativo, el despido del papá de tu amigo.
Estrictamente hablando, la ética es buscar el mayor bien posible y, en algunas casos, el menor mal posible. Un criterio para tomar decisiones es que si el efecto negativo es mayor, proporcionalmente hablando, al bien que se busca, la acción no deberá realizarse; si es igual o menor, no habrá problema en realizarla. Tendrás que analizarlo.
2) También tienes que tomar en cuenta la intención de tu jefe, ¿es sincera, al buscar al mejor candidato? ¿o te está usando para hacer a un lado a una persona con la que no tiene «buena química»?
3) Es muy probable que sí habrá una afectación a la amistad, aunque tú no busques perjudicar a Eduardo, lo harás de facto. Se necesitará mucha madurez de parte de tu amigo para separar la parte laboral de la personal.

Rodrigo Villaurrutia

Profesor de Ética de la Empresa

 
 

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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