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Mi último suspiro

Mi último suspiro
Luis Buñuel
México. Debolsillo, 2012
340 pp
 
Observaciones de un surrealista
«La memoria es constantemente invadida por la imaginación y el ensueño, y puesto que existe la tentación de creer en la realidad de lo imaginario acabamos por hacer una verdad de nuestra mentira. Lo cual, por otra parte, no tiene sino una importancia relativa, ya que tan vital y personal es la una como la otra». Esta sentencia es con la que se comienza en el primer capítulo del libro. Luis Buñuel se desencanta por compartir su vida, su atrevimiento, sus limitantes y sus innegables experiencias que le abrieron el mundo del séptimo arte.
Creo, si se me permite ser atrevido, que no se podrá entender realmente a Buñuel si no se le lee previamente a disfrutar con su cine. Mi último suspiro es ante todo una festividad por la vida. Confesiones de una tierna infancia, una madurez obligada y un desarrollo surrealista de una mente prodigiosa. Buñuel no es cualquier cineasta, sino un extranjero que se proclama ciudadano del mundo. Bebida, cigarro, arte, mundo y asombro, podemos explicar de este modo el libro que, con ayuda de su buen amigo Jean-Claude Carrière, Buñuel ha consumado a partir de sus memorias más íntimas. No se puede leer como una autobiografía cualquiera; podría catalogarse como una novela, y es que Buñuel puede pasar por el personaje de una bien lograda historia de lo posible y de lo imposible, que se perdía entre cintas y cortes.
También pienso que es un texto conveniente para todos los lectores mexicanos, pues Buñuel, con un frío y a veces sarcástico estilo español, relata un México al que se vio íntimamente ligado por años. Y resulta ser, en verdad, un extranjero muy mexicano. Su visión es necesaria para, quizá, entendernos un poco mejor.
 

istmo review
No. 386 
Junio – Julio 2023

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