Stephanie Zu Guttenberg, et. al.
Barcelona. Urano, 2012
240 pp
Fórmula: cada historia contiene alegría, justicia, miedo, valentía y demás lecciones que están presentes en el camino hacia la madurez.
Mientras crece, el niño aprende a comprenderse, pero es preciso facilitarle un punto de partida para emprender su propia búsqueda.
Dice el psiquiatra infantil, Bruno Bettelheim, que a diferencia de cualquier otra forma de literatura, los cuentos de hadas llevan a los niños a descubrir su identidad y vocación. Algo similar propone este botiquín de cuentos, que primero enlista algunas situaciones conflictivas que aquejan a niños de este tiempo: «pasa demasiado tiempo en internet», «le cuesta aguantar la presión de la escuela», «suele ser imprudente». Luego, selecciona el extracto de un cuento de los hermanos Grimm para combatir el padecimiento. Y para desvanecer cualquier rastro del malestar, encuentra información adicional al final de cada lectura. Así, el «Érase una vez…» se convierte en el ingrediente activo de cada remedio.
Indicaciones: lo más valioso que se le puede dar a un hijo es el tiempo; y qué mejor forma de hacerlo que estimulando su imaginación. Dosis: la que el entusiasmo le señale.