Qiu Xialong
Tusquets. Barcelona, 2013
306 pp
El inspector Chen Cao, de la policía de Shangai, disfruta unas inesperadas vacaciones en el complejo privado que el partido chino posee en Wuxi, a orillas del lago Tai, donde se verá inmerso en un contexto muy distinto al citadino: un asesinato, la grave contaminación en las aguas del lugar (originada por las empresas ávidas de mayores ingresos) y los atisbos de una relación amorosa con una activista medioambiental.
«[Chen reflexionaba sobre] la posición que le permitía cambiar las cosas en la sociedad actual. No le gustaba demasiado la «posición» en sí, pero […] se dio cuenta de que el cargo de inspector jefe conllevaba cierto grado de responsabilidad. Mientras ostentara dicho cargo, podría esforzarse por reclamar justicia y seguridad –por escasas y limitadas que éstas fueran– para la gente».
Qiu Xialong (Shangai, 1953) se define en su web como novelista y poeta pero se queda corto: es un vocero del enigma que es China. Radicado en Estados Unidos desde 1966, esgrime su pluma para señalar numerosas situaciones paradójicas del régimen político chino –a medio camino entre el socialismo y el consumismo– que facilitan nuevas formas de segregación social y corrupción.