La humanidad da la bienvenida a una nueva era: la solar. Valernos de las energías no renovables ya no es opción pues han producido cambios irreversibles en el medio ambiente. El ser humano de esta era tiene una tarea urgente: revertir el cambio climático en 50 años, al disminuir las emisiones de CO2 fruto de las energías no renovables. ¿Cómo lo hará? Mirando al sol.
Desde la Revolución Industrial hemos vivido una búsqueda continua de bienestar material tan intensa que el planeta ya no se da abasto y estamos por sobrepasar sus límites. Necesitamos crear conciencia y propiciar un cambio radical, buscar patrones de consumo y producción sostenibles que protejan los recursos naturales.
El mundo globalizado tiene más beneficios de los que pareciera, aunque no se hacen del todo evidentes pues los distribuimos de manera poco equitativa. Tales desigualdades y luchas para acceder a los recursos naturales son pieza clave de ciertos conflictos como el hambre, la inseguridad y la violencia. Todo ello frena el progreso humano y los esfuerzos para lograr un desarrollo sostenible.
Continuar con esta inercia no es opción, urge un cambio sustancial. Por ello, como especie, enfrentamos diversos retos en nueve rubros:
1. Alimentación. Impulsar alimentos nutritivos, seguros y suficientes para que las personas puedan desarrollar su vida en forma saludable y activa en todo momento.
2. Educación. Brindar acceso a la información y entrenamiento de habilidades para todas las personas, en cada etapa de su vida para lograr sus objetivos personales y de beneficio a la sociedad.
3. Distribuirla de manera amplia y segura, para fines industriales, de consumo humano y recreación.
4. Brindar seguridad física y psicológica a todas las personas y conseguir que también sean seguros los sistemas digitales y financieros que impactan sus vidas. Hoy todos nuestros gadgets y sistemas son susceptibles a un ciberataque; por ejemplo, el año pasado un joven entró a la tienda Target y costo a la empresa más de 60 millones de dólares. Es una realidad a la que debemos anticiparnos.
5. Medio ambiente. Administrar correcta, sustentable y equitativamente los ecosistemas de nuestra Tierra, de orden local y global.
6. Energía. Acceso a energía renovable y suficiente para cubrir todas las necesidades humanas.
7. Trabajar por una economía equitativa para erradicar la pobreza. Combatirla presenta un gran desafío. Al menos 2 mil millones de personas viven en pobreza extrema, es decir, con menos de 1.2 dólares diarios, ¿cómo reducir estas cifras?
8. El espacio. Uso seguro y distributivo de los recursos del espacio para resolver las necesidades actuales de la humanidad y como parte de nuestro futuro como una especie «multi-planetaria».
9. Salud global. Democratizar el acceso a la salud pública para alcanzar el correcto desarrollo físico, mental y emocional de todas las personas.
Algunos expertos consideran que al democratizar el punto seis –el de la energía– se alinearán otras necesidades de la humanidad, lo que lo convierte en el primer rubro de la agenda mundial. Actualmente se trabaja para que en 2050 se reduzca al menos en 50% el uso de fuentes que emiten CO2 (IEA Technology Roadmap) y alcanzar el objetivo de limitar en menos de 2ºC el aumento de la temperatura global comparado a la era «pre-industrial». (Objetivo de la COP21, «LCTPi», Low Carbon Technology Partnerships Initiative 2015). Otro de los objetivos es no exceder la suma neta de un trillón de toneladas de carbón emitidas.
¿CATÁSTROFE O BIENESTAR?
Los análisis más recientes de la atmósfera indican que de tener 280 partes por millón (ppm) de CO2 a lo largo de la historia, en sólo 100 años aumentamos a 390 ppm (ver gráfica 1). Los científicos coinciden en que si alcanzamos las 450 ppm estaremos en un límite crítico. Esto sólo puede acarrear dos escenarios:
1. Catástrofe. La temperatura promedio de la Tierra subirá entre 2 y 5 grados e implicará que el mar se caliente, muchas especies morirían, se generarán periodos prolongados de sequía, etcétera. En pocas palabras, el impacto será devastador.
2. Bienestar y normalidad. Científicos más optimistas afirman que tal catástrofe no ocurrirá, porque la Tierra tiene sus propios mecanismos de enfriamiento: huracanes, inundaciones, etcétera; y que los esfuerzos globales de las grandes economías se sumarán para lograrlo.
Sea cual sea el escenario que mejor describa el destino del planeta, lo ideal será que para 2030 –tan sólo 15 años a partir de hoy–, reduzcamos 30% las emisiones de CO2 y para 2050, las emisiones representen 50%. Se calcula que si conseguimos decrecer los niveles de CO2, el tan temido calentamiento global será reversible. ¿Cómo lo alcanzaremos? Adoptando fuentes de energía renovable o híbrida. En la actualidad contamos con dos que pueden escalar al tamaño que necesita la humanidad: la eólica y la solar.
Las energías renovables ya son un terreno financiero seguro. Por ejemplo, en 2012 se consiguió que fuera más barato producir un kilowatt/hora con energía solar, que un kilowatt/hora proveniente de cualquier energía no renovable. Esta tendencia ya no cambiará. La energía solar está destinada a ser cada día más barata, pues adquirirla es relativamente sencillo y económico gracias a los paneles solares (ver gráfica 2). No hay otro camino más que seguir perfeccionándolos y abaratando sus costos; por ejemplo, actualmente se trabaja en el desarrollo de paneles solares transparentes para aplicar en el material de las ventanas y que éstas funjan como productoras de energía.
BIENVENIDO A LA ERA SOLAR
Con la tecnología adecuada, bastarían 15 minutos de energía solar diaria para cubrir toda la demanda global. El sol nos regala más que eso cada día ¡hay que aprovecharlo!
La nueva era exige que cada quien se responsabilice de producir la energía que requiere. Instalar paneles solares en las empresas y en los hogares ayuda con este tema pues permite que los usuarios sean más conscientes de la cantidad de energía que producen y consumen, lo que detona conductas responsables de gasto o ahorro de energía.
Se suele pensar que la energía solar no es constante, pues hay días nublados y con poco sol. Sin embargo, pronto será más sencillo contar con un almacén de energía solar, similar a la batería que Tesla Motors lanzó al mercado a finales de abril, cuyo precio ronda los 3 mil 500 dólares por una capacidad de 10Kwh . Aunado a conductas de consumo responsable, una batería de esa naturaleza puede alimentar una casa hasta por tres días.
Las principales empresas de energía solar trabajan en el desarrollo de un display o app que informe cuál ha sido el consumo y a cuánto ascienden las reservas. Imaginar un escenario así nos permitirá desarrollar una mentalidad de conciencia que aún no poseemos, porque seguimos conectados a la red eléctrica y es común tener la impresión de que la energía es infinita.
La tecnología apunta a que iremos más allá y todos los transportes usarán de energía eléctrica renovable. Al final del día todo será verde, amigable y renovable. Una prueba de ello es que la empresa Tesla Motors, comandada por Elon Musk, abrió las patentes de autos eléctricos que fabrica en California. Imagino que no fue por filantropía, sino porque descubrió que su verdadero negocio está en innovar en el almacenamiento de energía, ahí hay mucho camino que recorrer. Elon Musk es además CTO del programa SpaceX, que una de sus misiones es que en 2020 la especie humana se desarrolle también en Marte.
¿POR QUÉ MIRAR AL SOL?
Adoptar los paneles solares lo más rápido posible conviene en términos económicos y ecológicos. En Estados Unidos existe un programa donde el gobierno federal regresa, a través de impuestos, 30% de la inversión que una persona hace en paneles solares, ya sea para uso comercial o residencial.
¿Por qué el gobierno adoptó una acción como ésa? Me parece que la respuesta es que su preocupación es más financiera que ecológica; le inquieta que el país no sea autosuficiente en términos energéticos y haya deficiencias con respecto a otras naciones, lo que puede dañar la soberanía de las economías. En cambio, si pensamos en un mundo ideal donde cada uno es responsable de su propia energía, el gobierno tendría un pendiente menos.
Los paneles solares están más allá del deterioro natural de la red eléctrica, todos los días los cables de la red de cobre se estropean y presentan mayor resistencia, esto propicia que las generadoras de electricidad tengan que exceder su producción para satisfacer la misma demanda. Si a eso se suma que todos los días crece la demanda, nos ubicamos frente a un problema grave, pues no habrá energía que alcance.
La preocupación por la energía solar es propia de nuestro tiempo, no sólo por intereses de índole ambiental, sino porque ya no hay, o es muy difícil encontrar, yacimientos de petróleo de poca profundidad, lo que encarece su extracción. En este panorama son más visibles las ventajas de una energía renovable. Extraer un barril cuesta aproximadamente 27 dólares, sin contar que las técnicas para conseguirlo son sumamente abrasivas con el medio ambiente.
Por otro lado, el calentamiento global es una realidad, ya no hay marcha atrás, y la energía solar es una alternativa que nos ayuda a combatir este fenómeno y también beneficia nuestros bolsillos pues es más económica que la energía que consumimos actualmente. Ése es el gran incentivo, a partir de 2012, grandes empresas como Siemens invierten en amplias granjas solares, pues tienen la certeza de contar con buenos retornos de inversión de manera sustentable.
LA ENERGÍA SOLAR ES NEGOCIO
Singularity University (Universidad de la Singularidad) yace en Silicon Valley y surgió como iniciativa de Google y la NASA (entre otras instituciones) para inspirar a un grupo de dirigentes e invitarlos a comprender y facilitar el desarrollo exponencial de las tecnologías, así como promover, aplicar, orientar y guiar estas herramientas para resolver los grandes desafíos de la humanidad. Su misión: invitar a quienes toman las decisiones en el mundo a impactar a mil millones de personas en la siguiente década, utilizando tecnologías y técnicas de crecimiento exponenciales.
¿Cómo lograrlo? Actualmente entendemos el crecimiento del entorno de manera lineal, sin embargo nuestro cerebro sí está diseñado para entender el crecimiento de las cosas en términos exponenciales. La naturaleza, la fotosíntesis, la radiación, el crecimiento de las especies, etcétera, siempre involucran algoritmos exponenciales o logarítmicos.
Singularity University estudia este tipo de fenómenos: cómo crecen las descargas de las apps, cómo se desarrollan algunos servicios como Uber, etcétera. La idea es, además de que exista la tecnología, pensar en modelos de negocio que inviten al consumidor a adoptar la tecnología de manera exponencial, un ejemplo es la democratización de los paneles solares. Por ejemplo, si instalas en tu hogar o empresa los paneles solares y refieres a alguien más, recibirás algún descuento. Así comenzará un efecto en cascada donde todo mundo gana. Es un modelo de negocio pensado para que crezca de manera exponencial, porque el valor que se genera no se concentra en un solo stakeholder.
¿Cómo exponenciar la adopción de paneles solares en México? ¿Cómo conseguir que haya empresas dedicadas a democratizar y hacer más accesible la adquisición de esta tecnología? Los paneles solares pueden ser la solución para las comunidades rurales porque brindan la posibilidad de tener energía eléctrica sin necesidad de trasladarla.
Urge invitar a las autoridades del país a que faciliten los proyectos, para que cada vez sea más sencillo sumarse a la energía solar y se abra la posibilidad de crear incentivos fiscales.
Los países que están a la vanguardia en temas de energía solar son: Alemania, China, Italia, Japón, EUA, España, Francia, Australia, Bélgica, República Checa, India y Reino Unido. México se encuentra en el número 24 del mundo y en el tercero de Latinoamérica; le anteceden Chile y Brasil.
Hacer uso de energías renovables ya no es optativo, pero cambiar la mentalidad de la población no es tarea sencilla, pues implica un costo inicial. La mayoría de la gente se cuestiona si en verdad ahorrará en luz y recuperará pronto su inversión. Entre más uses energía, más recuperas, por ejemplo: si una casa tiene un gasto bimestral menor a mil pesos, los paneles solares no le convendrán. En cambio, si consume 2 mil, 3 mil o más, el ahorro se hará patente al instante.
Estados Unidos tiene más reglamentado el tema, por ejemplo, una casa sube su valor entre 15 y 20% si tiene paneles.
IDEAS URGENTES EN LA AGENDA
Trabajemos para que en 2050 hayamos disminuido 50% las energías que emiten CO2. Se nos acaba el tiempo para salvar al mundo, debemos hacerlo por nuestros hijos y además… ¡es negocio! Mudar a la energía solar es un legado en términos culturales y ecológicos, pues implica tener conciencia de que la energía es finita, generando conductas de consumo razonable.
Es rentable, ya que el usuario puede vender el exceso de energía que produce. En México, al instalar los paneles solares, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cambia el medidor por uno bidireccional, así el exceso de capacidad se devuelve a la red y la CFE lo abona como crédito a la cuenta del usuario (siempre y cuando el proyecto esté aprobado). Si una persona sale de casa o una empresa cierra sus puertas por vacaciones o asuetos, sus paneles siguen produciendo energía y por lo tanto abonando a su cuenta de luz. De esta forma se recupera más rápido la inversión.
En pocas palabras, la energía solar genera ganancias y puede salvar al mundo del calentamiento global.