Etgar Keret
Siruela. España, 2014
161 págs.
No es sencillo cultivar con palabras el campo de la paradoja: el conflicto israelí y una desternillante carcajada. Este libro lo logra. Quien lo escribe está dispuesto a reírse de sí mismo y a mirar críticamente la realidad; su mirada no es cínica o amarga sino comprensiva y aguda.
El exitoso autor –sus libros son best sellers traducidos a 35 idiomas– trenza su biografía con el arrítmico latir nacional: narra su llegada al hospital para el nacimiento de su hijo, que coincide con el ingreso de las víctimas de un atentado suicida; pero también sonríe, y nos hace sonreír, con las peculiaridades de sus hermanos: el pacifista a favor de despenalizar la marihuana y la hermana ultraortodoxa que no sale de su barrio…
Keret (1967) aboga por la paz y suspira por un mundo que sea otro y mejor. Como cuando, de viaje por Italia, reflexiona: «Es el mismo Mediterráneo que está a sólo cinco minutos a pie de mi casa en Tel Aviv, pero la paz y la tranquilidad que proyectan aquí los locales es algo con lo que nunca antes me había encontrado. El mismo mar, pero sin la nube aterradora, negra y existencial que estoy acostumbrado a ver suspendida sobre él».