Harper Lee
Harper Collins
Estados Unidos, 2015
272 págs.
Primero, es preciso hablar de Matando a un ruiseñor (1960), ópera prima de Harper Lee y grandiosa novela costumbrista. Todo ocurre desde la visión de Scout, la temperamental hija de Atticus, a quien su padre trata de modular su actuar. Atticus aparece aquí como un gran hombre; admirable. Las pequeñas lecciones que enseña a Scout son dignas de los mejores cursos de educación familiar.
55 años después, Harper Lee publicó Ve y pon un centinela, cuyas críticas decían que, de alguna manera, ella «mataba a un ruiseñor», porque en esta entrega el perfecto Atticus Finch revela ser un hombre como cualquier otro, con defectos.
La novela transcurre en el mismo pueblo de Alabama, 20 años después. Scout vive en Nueva York y va de visita por unos días, en los que su mundo infantil (retratado en Matar a un ruiseñor) se derrumba junto con la grandiosa figura de Atticus. Sin embargo, Harper Lee vuelve a conquistar con sus maravillosas descripciones, para reír con las actitudes de Scout y llorar durante dolorosas reflexiones. Cuando lea la última palabra, quedará con un delicioso sabor de boca, pues Atticus sigue siendo un gran hombre, ahora más que se sabe de sus defectos