El mundo de las transacciones financieras globales es una carrera constante entre tecnología y regulación. La protección de los ahorros de las personas es un reto, en los tiempos de las criptomonedas y las fallas en algunos bancos del mundo. En medio de la incertidumbre en otras partes del mundo, el peso mexicano ha tomado, por ahora, un lugar de estabilidad para las tesorerías globales. De estos temas trata en charla para istmo, Martín Barrios Cuellar, director de Operaciones de Global Transaction Services para México en Bank of America Merril Lynch.
Con una trayectoria de más de 27 años en el sector bancario, es un experto en manejo de Tesorería y en estrategias de manejo de efectivo. Es egresado de Contaduría en la Universidad Panamericana y MBA por IPADE. En la entrevista, realizada en el pasado mes de marzo, destacó cómo los propios tiempos de inestabilidad y los fraudes con criptomonedas han provocado cierto fly to quality, e impulsado una revisión por parte de los reguladores.
La ubicación geográfica de México es perfecta. Estamos donde muchos quisieran estar: con acceso hacia el Norte, al resto de Latinoamérica, a la llegada a Europa y a la entrada y salida de Asia-Pacífico.
¿Qué tendencias influyen actualmente en el flujo
de transacciones globales?
Principalmente la tecnología, que es lo que está revolucionando completamente el mecanismo y los medios de pago en México y el mundo. En un contexto global, hablamos de cambios estructurales en cuestiones de tecnología: desde la seguridad, la ejecución de la transacción, la eficiencia en la industria en general, el tema del fast payment, los activos virtuales. El segundo contexto es el regulatorio. Todos los avances tecnológicos están provocando que los reguladores sean mucho más eficientes, efectivos en poder brindar transparencia, seguridad, a la luz de lo que pasó y está pasando en el sistema bancario. Creo que son las dos vertientes más importantes que están impactando el sector.
¿Qué importancia tiene México para el flujo de capitales global?
México se ha convertido, a raíz de la guerra de Estados Unidos con China, en una parte fundamental para el crecimiento y desarrollo de Norteamérica. Somos parte del Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés); de la región más poderosa,
potente, productiva y con vísperas de un crecimiento mucho más halagüeño que el resto del mundo. La ubicación geográfica de México es perfecta. Estamos donde muchos quisieran estar: con acceso hacia el Norte, al resto de Latinoamérica, a la llegada a Europa y a la entrada y salida de Asia-Pacífico.
Otro elemento es la guerra entre Ucrania y Rusia. Si hay un país que se ha beneficiado de ello es México. Todo este tema de nearshoring por la transición de las plantas, porque en Europa no tienen gas, en Asia está bastante complicado, no te vas a ir a África ni a Oriente Medio. Lo que queda es América, y México es el país mejor posicionado en toda Latinoamérica. Tenemos investment grade y un spread en la tasa de interés que es muy atractivo. Globalmente las grandes tesorerías, los grandes flujos están posicionados en pesos, porque están apostando a que hay cierta estabilidad y muy buen rendimiento.
esta coyuntura en donde México se vuelve geopolíticamente relevante ¿qué recomendaciones podrías hacer al empresario?
Tenemos dos tipos distintos de empresarios: los multinacionales que están llegando a México como a una cancha donde pueden jugar de manera mucho más efectiva, competitiva, y ganar mucho más. Por otro lado, el empresario mexicano, que estamos viendo cómo se está esforzando. Tenemos una situación coyuntural no solamente por el contexto geopolítico sino también por el económico, y necesitamos despertar a estas oportunidades y poder capitalizarlas. Hay que estar atentos y ser los primeros en arropar esta oportunidad porque es finita.
Tras la quiebra del Silicon Valley Bank ¿consideras que se pueden ver afectados otros bancos y de ser así, afectaría los flujos globales?
Definitiva y categóricamente sí. Hay un impacto. Los reguladores van a tener que actuar, y esto va a afectar a los bancos que no estén bien preparados para recibir la nueva carga regulatoria que se necesita para volver a dar credibilidad al sistema bancario global. Esto va a impactar globalmente.
Lo que sucedió viene empoderado por la burbuja Fintech y por temas que están empezando a salir a la luz, sobre todo la parte de fraudes. Esto hace que los que estaban honradamente buscando guardar su capital emprendan un fly to quality, que es ir a depositar tus ahorros patrimoniales en entidades robustas, sólidas, bien estandarizadas y aterrizadas. Ahí es donde vamos a tener una gran ventaja sobre los bancos que no estén preparados para este cambio regulatorio. Los que logren sobrevivir a esto van a tener muchas oportunidades.
Silicon Valley Bank tenía 175,000 millones de dólares en depósitos hasta finales de 2022; garantizados cerca del 20%. La Corporación federal para el seguro de depósito (Deposit Insurance Corporation, FDIC) terminó respaldando a todos los ahorradores del banco al 100%, y muchos sacaron su dinero. Tan sólo dos días luego de desatarse la crisis, llegaron a Bank of America cerca de 15,000 millones de dólares frescos, y siguieron llegando. La organización está trabajando a marchas forzadas para poder absorber cuentas nuevas, de quienes han logrado sacar su dinero de este tipo de bancos hacia empresas mucho más sólidas.
La regulación de los activos virtuales. Alguien podrá decir que lo que se busca con los activos virtuales es desregularizar, democratizar.
Habrá entonces dos mercados: la gente que quiera operar en un mundo regulado y la que no.
En tu experiencia y en temas de gobierno ¿qué papel juega el Consejo de Administración para dirigir el rumbo de una institución como Bank of America?
Es importantísimo. El board que tenemos en Bank of America es nutrido, de gente talentosa, cuyas aportaciones son muy importantes para determinar el rumbo, y mantenerlo. Bank of America ha probado su solidez, y en gran medida es por el Consejo, que ayuda a mantener la disciplina del liderazgo de la organización, encabezado por Brian Moynihan.
En México también contamos con un board, apoyando a Emilio Romano, director general de Bank of America México, también muy bien compuesto, heterogéneo, para ayudarnos a presentar lo que el Banco está haciendo; darnos guía, un buen consejo para seguir por el buen camino.
Bank of America lleva 75 años en México. No estamos en cada esquina, pero somos un banco muy importante para el país, tanto para la aportación de crédito, como para la creación de servicios como el Sistema de Pagos Interbancario en Dólares (SPID) con Banco de México. Somos el power house en dólares para el banco central. Somos un market maker y tenemos una chequera amplia, bien distribuida, sobre todo para los clientes mexicanos que están operando fuera de México, con el fin de ayudarlos a crecer y para muchas multinacionales que vienen a México a operar en el país.
¿Cómo están moldeando y modelando las monedas digitales el nuevo ecosistema del mundo financiero?
Definitivamente los activos virtuales son un parteaguas con muchas aristas. El principio primario con el que se creó la criptomoneda Bitcoin por Satoshi Nakamoto –que no sabemos quién o quiénes son, cuántos son, o si son o no son– era descentralizar algo muy básico, que es una transferencia B2B, quitando a los intermediarios, a la banca. Pero se volvió una moda, un hype, una promesa falsa de creación de valor, porque no hay valor detrás de ello, más allá que lo que unos creen que vale y están dispuestos a pagar por la ley de oferta y demanda, bajo una tokenización de algo limitado. Creo que ante todo ha sido una gran lección para ver lo que es real. Lo fundamental es poder crecer a través de generación de valor agregado, no ante la suposición de un valor que no es real. Creo que eso se está rebalanceando, no creo que vaya a desaparecer, creo que los activos virtuales llegaron para quedarse. Van a tener que evolucionar, porque ahorita están muy golpeados, y retomar los principios de democratización, que es lo que están buscando.
Por otro lado, las Central Bank Digital Currencies (CBDC) ya existen, que es el efecto que ha tenido la creación de las criptomonedas. Las monedas digitales han marcado un rumbo. China ya tiene su CBDC y atrás de ellos vienen varios países. Aprovecho para aclarar que El Salvador no tiene una moneda digital de banco central: están utilizando su economía para poder recibir bitcoins.
La creación de CBDC va a jugar un rol muy interesante en tres sentidos: primero, bancarizado o no bancarizado, va a tener un propósito interesante. Segundo, poder crear una trazabilidad de transacciones, cosa que no sucede en el dinero electrónico. Es una de las principales diferencias. Tercero, en la generación de data, lo que va a ser muy importante, ahora que estamos entrando a la quinta revolución industrial es la inteligencia artificial. Esto está completamente ligado al uso de data.
Por otro lado, la regulación de los activos virtuales. Alguien podrá decir que lo que se busca con los activos virtuales es desregularizar, democratizar. Habrá entonces dos mercados: la gente que quiera operar en un mundo regulado y la que no. La banca ha sido muy firme y clara: no vamos a operar en un mundo desregulado. ¿Por qué? Por lo que está sucediendo en este momento en Estados Unidos, por los fraudes que se han dado. Creo que hay que despertar a los reguladores, para poder empezar a alinear el camino hacia dónde vamos.
Vamos a ver que poco a poco los bancos nos vamos a volver mucho más agresivos en cuanto a no otorgar crédito a aquellas empresas que están contribuyendo al calentamiento global, que no están implementando
en sus políticas, estatutos o en su agenda central el tema de ASG.
¿Cómo ha sido la adaptación de Bank of América Merril Lynch México a los cambios tecnológicos de la industria? Si pudieras hacer una precisión respecto a las transacciones globales porque sabemos que vienen momentos interesantes en este rubro.
Bank of America está al frente en temas de innovación, digitalización, de diálogo directo con los reguladores en todos los niveles. Tenemos más de 75 patentes de blockchain. No hay ninguna otra organización en el mundo que tenga más que nosotros. Es un ejemplo de lo que hace Bank of America. Lo que buscan estas patentes es el desarrollo de mecanismos con los que podamos ser mucho más ágiles ante las demandas del mercado; para conectar mejor a nuestros clientes en el market place donde operamos; para cumplir y honrar el compromiso que tenemos con ellos, sea por la cuestión de captación, crediticia, o el desarrollo de sus intereses tanto en lo personal como en el ámbito patrimonial, corporativo, empresarial o de desarrollo de nuevos negocios.
Estamos a la vanguardia en temas digitales y de innovación. No significa que somos el banco más digital que hay, para eso están las Fintech. Somos un banco que cumple con la regulación y a la vez un elefante blanco, pero apoyándonos mucho en temas tecnológicos y de innovación para poder responder más ágilmente al mercado.
Los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) se han convertido en una referencia de inversión socialmente responsable ¿Cómo están influyendo estos criterios en las inversiones globales?
Es real, está ahí. El tema del calentamiento global no es ajeno a los intereses que estamos buscando para seguir desarrollando nuestro modelo de negocio. El banco está muy comprometido con cumplir las reglas que surgen del World Economic Forum para el 2030. Tenemos una política muy clara de a dónde queremos llegar en temas de emisión de carbono, y también ayudar a nuestros clientes.
Vamos a ver que poco a poco los bancos nos vamos a volver mucho más agresivos en cuanto a no otorgar crédito a aquellas empresas que están contribuyendo al calentamiento global, que no están implementando en sus políticas, estatutos o en su agenda central el tema de ASG. Es un compromiso que se tiene no solamente como banco, sino como empresa global alineada a los intereses que se están generando a través de estos organismos