La sociedad del entretenimiento ¿fábrica de incultos?
¿Disfrutar de una película «palomera» nos ubica como personas con gusto poco refinado? ¿Asistir a exposiciones de pintura, a la ópera o al teatro, nos hace más cultos que el cine o las series de televisión? En esta era, las fronteras entre alta cultura y cultura del entretenimiento ya no tienen cabida, son muestra de una sociedad adaptada a su tiempo.